El papa Francisco inició este martes una visita a las zonas del centro de Italia que el pasado 24 de agosto fueron azotadas por un terremoto de magnitud 6,2 que ocasionó la muerte de al menos 298 personas y dejó 388 heridos.
"No quería molestar y por esto dejé pasar un poquito de tiempo para que se arreglaran las cosas", manifestó el pontífice después de visitar una escuela ubicada en la zona afectada por el sismo.
Alrededor de las 09H10 hora local (07H10 GMT) el papa llegó a la localidad de Amatrice (centro de Italia), la más afectada por el sismo, y en compañía del obispo de Rieto, Domenico Pompili, visitó la escuela y se dirigió a la “zona roja” del pueblo, que está cerrada por motivos de seguridad.
Luego se dirigió a todos los presentes y destacó que desde el momento en que ocurrió el movimiento telúrico sintió que debía ir hasta las comunidades afectadas para decirles que está cercano y que reza por todos los que allí viven.
El dato: Al menos 1 mil 800 afectados por el terremoto continúan recibiendo asistencia en los campos instalados tras el sismo que causó daños por unos 4 mil millones de euros.
"Que el señor los bendiga a todos y que la virgen los custodie en este momento de tristeza y dolor (...) Rezamos a la virgen por los caídos aquí, entre los escombros. Adelante, coraje y ayudarse el uno al otro. Se camina mejor juntos, solo no se puede", concluyó.
En contexto
El pasado 24 de agosto un terremoto de 6,2 en la escala abierta de Richter sacudió a Italia a las 03H36 hora local, el sismo afectó severamente a las localidades de Accumoli y Amatrice, en la provincia de Rieti, en la región de Lacio, y a otras 20 en Arquata de Tronto.
Amatrice es una localidad de montaña situada en la provincia de Rieti, en la región del Lacio. Se encuentra a unos 140 kilómetros de Roma, por carretera hacia el suroeste.
Luego del fuerte movimiento telúrico, el alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, dijo que el pueblo "no se puede salvar" e indicó que debía ser demolido por completo.
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