Como genocidio calificó este viernes el papa Francisco el asesinato de 1,5 millones de civiles armenios a manos de los turcos, entre 1915 y 1917 durante la época del Imperio Otomano, lo cual no es aceptado por el actual Gobierno de Turquía.
"Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia, inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse como objetivo el aniquilamiento de poblaciones enteras", afirmó Francisco.
Desde el Palacio de Gobierno armenio y en compañía del presidente de esa nación, Serge Sarkisian, lamentó que "las grandes potencias miraran para otro lado" y pidió aprender de este suceso.
"Deseo realmente que la humanidad aprenda de estas trágicas experiencias la lección de actuar con responsabilidad y sabiduría para prevenir los peligros de caer en estos horrores", agregó.
En contexto
El Gobierno turco rechaza el calificativo de genocidio para referirse a estas muertes ocurridas en el Imperio Otomano, y lo tilda de guerra civil, en la cual se enfrentaron y murieron tanto turcos como armenios.
No es la primera vez que el sumo pontífice utiliza el término de genocidio, ya que el 12 de abril de 2015 también lo denunció como un exterminio organizado, lo cual "abrió una nueva oleada de reconocimientos oficiales", en palabras de Sarkisian.
La última declaración al respecto, fue de la Cámara Baja del Parlamento alemán, que aprobó a principios de mes una resolución que reconoce como genocidio la persecución, deportación y masacre de los armenios.
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