"He llegado tarde, dirán, pero estoy aquí", dijo el vocero de la Iglesia.
Coincidiendo con una jornada bajo los efectos de una amenaza de tormenta que se aproxima al país asiático, el papa argentino dio un mensaje de esperanza en que además criticó la injusticia y la desigualdad social.
Miles de fervorosos creyentes, armados de paraguas y capas de aguas para protegerse de pertinaz llovizna y enfrentando el embate del viento se congregaron ante un altar erigido en una plaza de la municipalidad para escuchar al vocero católico.
Su estancia en la región más duramente golpeada por el fenómeno meteorológico fue un requerimiento en el programa de visita de cinco días concertado por el Vaticano con las autoridades de Filipinas.
En contexto…
Haiyán dejó a un millón de personas sin techos, además de otros cuantiosos daños materiales.
Catorce meses después de la tragedia, muchas de las comunidades de la región visitada continúan luchando por recuperarse con los apilados restos de edificios en ruina, y muchos pobladores sobreviviendo en vulnerables refugios temporales.
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Al menos 26 mil personas perdieron la vida en desastres naturales durante 2013.