El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmutó este martes las penas de 79 presos en cárceles federales, quienes fueron acusados de delitos no violentos vinculados a las drogas.
Durante su mandato, Obama ya ha beneficiados a mil presos que están encarcelados por delitos menores. Estas personas fueron condenadas a sentencias mínimas obligatorias, una figura que después fue declarada inconstitucional.
En octubre pasado Obama redujo las sentencias a 102 prisioneros de cárceles federales, condenados por crímenes relacionados con las drogas.
En EE.UU. hay 698 presos por cada 100 mil ciudadanos. Una mayor cantidad que en países como Brasil, Rusia, Australia, España, China y la India, según una investigación de Sentencing Proyect.
La mitad de la población carcelaria cumple condenas por crímenes relacionados a las drogas.
La cantidad de reos por crímenes de drogas ha crecido más de diez veces desde 1980, año en que se adoptaron las políticas de “tolerancia cero” contra estas infracciones.