Con una leve salida a la crisis económica en el país y muchos asuntos nacionales e internacionales que deja sin resolver, Barack Obama está a punto de dejar la Casa Blanca y esta noche realizará su discurso de despedida desde Chicago.
Obama dedicará su discurso a delinear los valores con los que cree que el país debe afrontar los desafíos futuros, según adelantó la Casa Blanca.
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“"Elegí Chicago no sólo porque es mi ciudad - donde conocí a mi esposa y empezamos una familia - sino también porque realmente es donde comenzó mi carrera en el servicio público", escribió Obama en un comunicado.
Desde los tiempos de George Washington, los presidentes han entregado algún tipo de mensaje final durante su mandato un discurso de despedida al pueblo estadounidense.
Luego de ocho años de Gobierno, Obama deja una herencia presidencial plagada de más sombras que luces. Tensiones raciales, déficit de empleo, creciente desigualdad social y la crisis en Medio Oriente son algunos de los puntos clave de su administración.
La expansión del autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) es otro de los legados que deja el cuadragésimo cuarto presidente de EE.UU.
Además, el gobierno de Obama deportó cerca de 2,5 millones de inmigrantes entre 2009 y 2015 usando órdenes de remoción, según datos del Departamento de Seguridad Nacional, por lo cual lo cual hay quien llama al ex senador de Illionis el "deportador en jefe".
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En 2009, cuando ascendió al poder, los demócratas eran mayoría en el Congreso de EE.UU. y 29 de los 50 estados tenían un gobernador de ese partido. Pero desde entonces el poder del partido ha ido constantemente debilitándose.