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La reciente visita del Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca a Washington es otro paso que contribuye a la completa normalización de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Aunque sea necesario destacar que el Gobierno cubano ha repetido que requieren el levantamiento del bloqueo para hacerlo posible.
La visita del alto funcionario cubano es bienvenida en Estados Unidos por políticos, funcionarios, empresarios y ciudadanos comunes y corrientes, hartos de hostilidades y avenidas truncas entre las dos naciones.
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Tras el anuncio el 17 de diciembre de 2014, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el inicio de un proceso para normalizar las relaciones bilaterales, que desembocó, en julio pasado, en la reapertura de las respectivas embajadas en La Habana y Washington, tras más de medio siglo de enemistad.
A pesar de los avances, es indudable que para una total normalización de las relaciones aún queda mucho por avanzar. Ello pasa por el hecho de que Estados Unidos devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo y finalice con las transmisiones ilegales de radio y televisión hacia Cuba.
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El bloqueo a Cuba, la piedra de tranca
En una entrevista ofrecida por el Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, a Euronews, en medio de la visita del presidente cubano a Francia, señaló que se han dado progresos en materia de diálogo y de cooperación, en numerosos temas de interés bilateral común. Y que se han adoptado algunas medidas de carácter positivo, pero muy limitado, con relación a la modificación de la aplicación del bloqueo, donde nosotros no se aprecian avances tangibles.
En la entrevista, Rodríguez Parrilla indicó que para alcanzar una total normalización de las relaciones es necesario poner fin al bloqueo “No habrá normalización, obviamente, sin la completa terminación del bloqueo, que requeriría una decisión de naturaleza congresional. Sin embargo, el Presidente de EE.UU. conserva facultades ejecutivas amplísimas, que si decidiera usarlas con determinación, podrían modificar muy sustancialmente la aplicación del bloqueo”.
Para el analista internacional, Miguel Tinker Salas, al Gobierno estadounidense le ha faltado voluntad política para poner fin al bloqueo comercial contra Cuba y señaló que no cree que en el 2016 y 2017 tal postura vaya a cambiar.
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Tinker Salas explicó que poner fin al bloqueo significaría un giro de 180 grados en una política que ha durado más de 50 años, Estados Unidos se ha mostrado dispuesto a continuar con la firma de tratados de comercio como el TPP y estrechando lazos con los gobiernos de corte neoliberal en la regiones como Colombia, México y Perú.
Sobre lo que gana Washington del acercamiento a Cuba, Tinker Salas responde que en el comercio, un nuevo mercado para colocar sus productos, sobre todo agrícolas, es lo que podría ganar Estados Unidos, para Salas el relajamiento de ciertas medidas no es más que en beneficio del intercambio comercial.
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