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La prisión de Estados Unidos que tiene sede en Guantánamo, este de Cuba, vuelve a dar de que hablar luego de que se diera a conocer el alarmante caso de alimentación forzada al que se ve expuesto Ahmed Jihad Mujstafa Diyab, quien es de origen sirio y el cual ha permanecido bajo arresto durante 12 años sin un juicio; la información es destacada por diversos medios digitales.
La alimentación forzada ha sido un método denunciado por diversos activistas, ya que el mismo implica atar con correa al recluso a una silla para inmovilizarlo, pasando a insertarle un tubo por la nariz hasta llegar al estómago para así proporcionarle suplemento nutricional.
La magistrada Gladys Kessler ordenó retirar la orden que impedía este tipo de alimentación al recluso de origen sirio, con el argumento de que este corría riesgo de muerte; por su parte, una jueza federal presentó, la noche del pasado jueves, una orden de restricción de la alimentación forzada a la cual es expuesto el recluso, admitiendo que el uso del procedimiento causa agonía.
Jon Eisenberg, quien es uno de los abogados del interno, consideró que la responsabilidad de la situación de su defendido es del "presidente Obama, que pronuncia palabras nobles, pero no logra detener las cosas terribles que están sucediendo en Guantánamo".
El presidente Barack Obama se comprometió, poco después de su toma de posesión en enero de 2009, a clausurar esta cárcel pero los planes del mandatario se desaceleraron, cuando la Cámara de Representantes votó a favor de la Ley de Defensa de este año, la cual determina que el presupuesto del Pentágono imposibilita la prometida clausura de la prisión.
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