En Grecia y los Balcanes se estima que hay cerca de 23 mil 700 niños refugiados e inmigrantes siguen atrapados y en riesgo de sufrir enfermedades debido a la ola de frío que azota Europa, según advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La mayoría de los refugiados que proceden de Siria, Iraq y Afganistán permanecen varados en las islas griegas, donde se alojan en campamentos que no están acondicionados para el invierno, han sufrido fuertes nevadas por primera vez en años.
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Esta situación hace que los niños refugiados estén en riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y otras enfermedades graves, e incluso morir por hipotermia.
"Los riesgos de salud que afrontan los niños no se deben solo al frío, sino también a la difícil situación que sufren los refugiados, víctimas de la incertidumbre y los retrasos en sus procesos de solicitud de asilo", aseguró el asesor regional de salud de Unicef para Europa Central y del Este, Basi Rodrigues.
Entre los niños refugiados hay bebés y recién nacidos, que son los más propensos a sufrir problemas respiratorios e infecciones virales que pueden ser potencialmente mortales, como la neumonía o la gripe.
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"Sin un refugio adecuado y sin ropa de abrigo, los niños pequeños están en peligro real debido al clima extremo", ha añadido Rodrigues. "Ninguna razón justifica que pasen otro invierno a la intemperie. Es inhumano", aseguró el director ejecutivo de UNICEF Comité Español, Javier "El frío puede matar, pero la indiferencia también",añadió.
El organismo ha reiterado numerosas veces que los refugiados e inmigrantes que permanecen en los campos de las islas sean trasladados a instalaciones del interior, que son más apropiadas y seguras.