El gobierno norteamericano y sus aliados internacionales aseguraron que la ofensiva lanzada en ese país corresponde a la lucha emprendida contra la organización autodenominada Estado Islámico.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que unos 14 milicianos del EI fallecieron el miércoles por la noche en la provincia oriental de Deir Ezzor y los civiles, en Hasake (noreste).
En la tercera noche consecutiva de ataques, estos fueron dirigidos contra las refinerías de petróleo controladas por el Estado Islámico, una de sus principales fuentes de ingreso, según el OSDH.
Los bombardeos iniciados el martes contra posiciones estratégicas del Estado Islámico dejaron un saldo de ocho civiles muertos, entre ellos tres menores de edad, según balances oficiales. Sobre este punto la Cancillería siria confirmó por medio de un comunicado que EE.UU. inició el ataque.