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Cassius Clay nació en Louisville, en el estado de Kentucky, Estados Unidos, pero en 1964 se convirtió al Islam y cambió su nombre a Muhammad Ali, un día después de lograr su primer título como campeón de peso completo.
Alcanzó su segundo título en 1974 y su tercero en 1978. Ha sido una de las figuras deportivas más globales de la historia y su nombre trasciende como el de pocos. Él no solo fue uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, sino que también combinó su lucha en el ring con el plano religioso y en el plano político.
Tras coronarse campeón de los pesos ligeros en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960; inicia un recorrido de tres años, en la que su carrera profesional asciende a un ritmo vertiginoso e imparable: en 19 combates, logró 19 victorias, 15 de ellas por nocaut. Hasta en 1964, momento en el que Cassius Clay derrotó en Miami al campeón de los pesos pesados, Sonny Liston.
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A esa pelea emblemática la gente no acudió en masa puesto que daban por contado la victoria de Liston. Al día siguiente, Clay anunció que era miembro de la Nación del Islam, y que su nombre ya no era Cassius Clay, símbolo de la esclavitud de sus ancestros a su juicio, sino que se llamaría Muhammad Ali.
Desde la revancha con Sonny Liston, en mayo de 1965, hasta la pelea con Zora Folley, en marzo de 1967, Alí defendió el título nueve veces. No obstante, a finales de este año, el Gobierno de los Estado Unidos le exigió que Alí que se integrara a las filas del ejército y participara en la guerra de Vietnam, acción a la cual se negó.
Por esta razón, la comisión de boxeo profesional lo despojó del título de campeón y los tribunales le quitaron su licencia para boxear y lo metieron en la cárcel por tres años. La sociedad civil, por su parte, al igual que se encontraba dividida frente a la situación de Vietnam, también se dividió frete al caso Alí entre partidarios y detractores. El campeón más famoso del mundo, de ese modo, quedó condenado al ostracismo que casi le cuesta su carrera profesional.
No obstante, en medio de fuertes protestas contra la guerra, ante la evidencia de que en lugar de laureles se cosechaban ataúdes de soldados que entraban sigilosamente por California, Alí es liberado y logró levantarse con combates memorables, como su triunfo sobre el argentino Oscar "Ringo" Bonavena en 1970 y sobre el africano George Foreman en 1974, en Zaire, ahora República Democrática del Congo. En esta última, Alí recobró el título mundial.
Alí se retiró del boxeo en 1980, fecha para la cual ya habían aparecido los primeros síntomas de Parkinson, una enfermedad contra la que también batalló por más de 30 años.
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Frases más famosas de Muhammad Ali
1- "Flota como mariposa, pica como abeja; sus manos no pueden golpear lo que sus ojos no ven", este era su principal lema y su principal estrategia en el ring de boxeo.
2- "Soy el más rápido, el más rudo y el más lindo", expresaba de sí mismo el tres veces campeón mundial de pesos pesados.
3- "Soy la parte que ustedes no reconocen, pero acostúmbrense a mí. Negro, seguro de mí mismo, engreído", expresó justo cuando los movimientos sociales para la igualdad racial en Estados Unidos se estaban activando.
4- "Yo no tengo pleito con los vietcong. Ningún vietcong me ha llamado nigger", expresó para negarse a participar en la Guerra de Vietnam.
5- "Soy El más grande", una frase que repitió tantas veces de sí mismo que los comentaristas se referían a él de ese modo.
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