Desde hace varios años la hegemonía que practica Estados Unidos sobre otras naciones ha perdido fuerza, lo que supone un gran avance para los países progresistas de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ariel Noyola Rodríguez, la alianza entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Euroasiática apunta a la construcción de un nuevo orden mundial basado en la multipolaridad.
El economista recordó que hace más de una década han surgido nuevas alianzas con Rusia para reconfigurar la geopolítica internacional, creando conexiones con las economías emergentes latinoamericanas y caribeñas.
A su juicio, la teoría del canciller de Rusia, Sergéi Lavrov de convertir en un pilar fundamental la construcción de un nuevo orden mundial menos centrado en la economía estadounidense representa un impacto positivo para los países en desarrollo.
“Las exportaciones de Rusia a países de América Latina se concentran en un 50 por ciento en fertilizantes, minería y combustibles mientras que Moscú obtiene a cambio productos agrícolas, carnes y componentes electrónicos”, subrayó.
El intercambio comercial entre Rusia y países de América Latina se sitúa en 100.000 millones de dólares para 2030, lo que supone un aumento del 500 por ciento en los próximos 15 años.
Aseguró que las relaciones bilaterales que mantiene Rusia con Brasil, Argentina, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, se ampliarán enormemente gracias a la incorporación de las economías de la Unión Euroasiática (Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia).
Reiteró que la Unión Euroasiática con el Mercosur ha supuesto la mayor apuesta de Rusia en términos de integración regional de unos territorios con una extensión de 33 millones de kilómetros cuadrados, 450 millones de habitantes y un PIB combinado equivalente al 11,6% del PIB mundial.
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