Cuba envió este lunes una brigada de 16 médicos, epidemiólogos y personal de enfermería, tres ingenieros de la construcción y dos de la Unión Eléctrica para sumarse a las labores de atención a las víctimas dejadas por la tormenta tropical Erika a su paso por Dominica.
Además del personal, la mayor de las Antillas destinó a la isla afectada 1,2 toneladas de medicamentos, insumos y material gastable para la atención asistencial.
El grupo de profesionales de la salud forma parte del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve, que desde su creación ha cumplido numerosas misiones en diversos países del orbe.
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Según informó Norberto Ramos, quien viajó al frente del personal médico, en apenas 12 horas se conformó esta brigada, que atenderá a la población en las zonas de desastre.
En declaraciones a la Agencia de Información Nacional de Cuba, Ramos precisó el personal que asistirá a los damnificados cuenta con especialistas que regresaron este mismo año de la lucha contra el ébola en África Occidental, de la atención a las víctimas del terremoto en Nepal o de las inundaciones en Chile.
El grupo va preparado con lo necesario –medicamentos y material gastable– para enfrentar los cuadros básicos que generan las inundaciones producto de las intensas lluvias, aseguró el doctor.
La salida de los especialistas cubanos a atender a los afectados en Dominica se une a la larga lista de misiones internacionalistas realizada por los profesionales de la isla en más de un centenar de países, tanto tras la ocurrencia de fenómenos naturales, como con su participación de forma permanente en los servicios de salud.
En contexto
Desde el pasado domingo los rescatistas de Dominica tratan de abrirse paso hacia varias comunidades que quedaron aisladas por las inundaciones y deslizamientos de tierra luego del paso de Erika.
A su paso por el país caribeño el meteoro dejó casi una treintena de muertos y más de 50 desaparecidos.
El Gobierno de Dominica declaró nueve áreas de la nación como zonas de desastre a causa de las torrenciales lluvias que cayeron sobre ese pequeño territorio, las cuales provocaron crecida de ríos, inundaciones y deslizamientos de tierra.
En una alocución al país, el primer ministro Roosevelt Skerrit dijo que la declaración de áreas especiales de desastre se realizó ante la pérdida de vidas y los daños a la propiedad producto de la tormenta, que azotó los días 26 y 27 de agosto.