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El pasado mes de marzo se cumplieron tres años de gobierno de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. En 2014, la mandataria inició su segundo período presidencial con cientos de promesas, entre ellas crear un programa de reformas sociales.
En tres años de gestión presidencial, la presidenta chilena enfrenta un 64 por ciento de índice de desaprobación de su gestión, según una encuesta realizada por la empresa encuestadora CADEM, lo que demuestra la decepción de la ciudadanía a causa de las promesas no cumplidas y aunque ha habido avances, no están consolidadas del todo.
>> Presidenta de Chile ha cumplido solo el 48 % de sus promesas
Entre los avances concretos que forman parte del programa presentando el 21 de marzo de 2014 se encuentran la creación del Ministerio de la Mujer, las medidas de paridad en la representación política, la aprobación de la reforma tributaria, una ley integral de derechos sexuales y reproductivos y la despenalización del aborto en 3 causales.
La aprobación de la reforma educacional que prometió tras anunciar la gratuidad de la enseñanza y la tan esperada reforma a la Constitución de la dictadura de Augusto Pinochet, quedan hasta el momento en el cajón de las deudas.
Poner fin a la Constitución de Pinochet
En abril de este año la presidenta firmó el primer proyecto de reforma constitucional, que forma parte del proceso constituyente que anunció hace dos años. La reforma a la Carta Magna es una exigencia histórica de los ciudadanos chilenos.
Con el proyecto para reformar el Capítulo XV de la Constitución cumplimos nuestro compromiso, dando un paso más hacia una #NuevaConstitución
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 3 de abril de 2017
La iniciativa aprobada, tiene como objetivo habilitar al próximo Congreso, que será elegido luego de las elecciones de noviembre de 2017, para ese entonces estará en la fase final el gobierno de Michel Bachelet.
Una vez electos, los parlamentarios tendrán las siguientes alternativas: una comisión bicameral, una convención constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos, una asamblea constituyente, y la opción de convocar a un plebiscito para que sea la ciudadanía la que decida entre las alternativas anteriores.
La actual constitución de Chile entró en vigencia en 1981 durante la dictadura de Augusto Pinochet, mediante la cual el dictador aseguró el papel tutelar de las Fuerzas Armadas, consolidó y legitimó el régimen militar, así como un nuevo orden social y económico neoliberal.
La gratuidad en la educación
El proyecto de reforma educativa fue aprobado el pasado año, estableciendo, además, la gratuidad universitaria para el 60 por ciento de los estudiantes más pobres al final del mandato de Bachelet en el año 2018, cuando el nuevo Congreso proceda a su debate y aprobación.
Aunque la mandataria destacó que se pretende alcanzar el 100 por ciento de la gratuidad en la educación en años posteriores, el proyecto ha sido duramente criticado por estudiantes y empresarios, debido a que estará sujeto al crecimiento y desenvolvimiento de la economía nacional.
>> ¿Qué establece la reforma educativa en Chile?
Desde 2016 Bachelet estableció la gratuidad a través de la Ley de Presupuesto de la Nación, como forma de adelantar beneficios a los estudiantes, de los cuales cerca de un 15 por ciento del total de la matrícula universitaria fue beneficiado, pero la reforma educativa es necesaria para hacer permanente la legislación.
La Reforma Educacional sigue avanzando. Hoy nombré a los rectores de los CFT de Maule, M. Elena Villagrán, y Araucanía, Luis A. Santibañez.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 8 de mayo de 2017
En ese sentido los estudiantes exigen una completa reforma al sistema actual, este será el último año de gobierno de Michelle Bachelet, y si bien no están de acuerdo con lo establecido hasta el momento, temen que un próximo gobierno del derechista Sebastián Piñera (favorito en los sondeos para las elecciones de noviembre) detenga lo avanzado.
