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“Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro. Nosotros no tenemos un problema de espacio como tienen los israelíes y en ese sentido, las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina.”
Con esta declaración del presidente de Argentina, Mauricio Macri, puede interpretarse su posición con respecto a la cuestión de las Islas Malvinas y la intención de luchar por su soberanía.
Contrario a los anteriores gobiernos de Argentina, para Macri, el tema Malvinas no es cuestión de soberanía. Al asumir su mandato la primera decisión fue suavizar las discusiones con el Reino Unido para abrir un "diálogo", situación que contrasta con la política kirchnerista, por ejemplo, en la que ubicaban el reclamo como el punto principal de las relaciones con Londres.
La doctrina Macri para las Islas Malvinas
Macri prometió desde el inicio de su Gobierno un "nuevo tipo de relación" con Reino Unido, pero sin exigir el derecho a la soberanía sobre las Malvinas. De esta forma cambió el tratamiento del reclamo, suavizó las conversaciones con los británicos para abrir un "diálogo", pese a que este ha sido rechazado en varias ocasiones por el país europeo.
La primera acción del Gobierno de Cambiemos fue mostrar mapas en los que las Islas Malvinas no aparecen como parte de Argentina, sino con la denominación inglesa “Falkland Isles”. Estos mapas fueron divulgados por instituciones oficiales.
Asimismo, Macri negoció la reanudación de vuelos desde aeropuertos argentinos a las islas y la realización de proyectos conjuntos de exploración de hidrocarburos en el territorio.
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El tratamiento de temas bilaterales como el comercio, seguridad y la explotación de hidrocarburos, la riqueza ictícola de la plataforma continental, son medidas que marcan un cambio rotundo y que denotan que el mandatario argentino no tiene interés de reclamar por la soberanía de Islas Malvinas.
La situación se agrava cuando aparece la posibilidad de instalación de nuevas bases militares estadounidenses en Argentina. En Malvinas se encuentra la mayor base militar del Atlántico Sur de Reino Unido.
En contraste, la era Kirchnerista se caracterizó por su endurecimiento en relación con la política exterior. Las Malvinas y su soberanía eran parte de la agenda internacional de la Argentina de Néstor y Cristina.
La cuestión Malvinas se convirtió en un reclamo de la Patria Grande y el mundo. La política en torno a esta causa la sustenta el pueblo argentino sobre la base de la memoria, la democracia y la soberanía, que reafirma los derechos argentinos sobre las islas, lográndose el apoyo de toda la comunidad internacional para promover el diálogo con el Reino Unido, no solo en el Mercosur, en Unasur, en la CELAC, en África, el G77 más China, Rusia, entre otros.
