Aquella histórica victoria de 1961 se consumó en menos de las 72 horas que necesitaba Estados Unidos para establecer una cabeza de playa y así formar, reconocer un gobierno contrarrevolucionario provisional.
El plan de la invasión había sido aprobado por el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower, quien ordenó iniciar el reclutamiento de mercenarios de origen cubano, los cuales realizaron la invasión. A cada uno de ellos se le ofreció pagarles 225 dólares mensuales, más 50 adicionales por el primer hijo y 25 por los restantes.
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Más de 1.500 hombres armados, tanques de guerra, artillería de campaña y 30 aviones estadounidenses invadieron el 17 de abril la Bahía de Cochinos, en la Ciénaga de Zapata, al centro de la Isla de Cuba.
El 15 de abril de 1961 un avión ocho A-26, con bandera cubana en el fuselaje, bombardeó los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el aeródromo Antonio Maceo de Santiago de Cuba. Esta operación tuvo como resultado la destrucción de menos de la mitad de la aviación cubana. El fracaso del primer bombardeo provocó la cancelación del segundo que tendría lugar el 17 de abril.
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Ese mismo día, ocurrió el desembarco de la Brigada 2506 en Playa Girón y Playa Larga con un total de 1.200 miembros custodiados por sus buques. A pesar del avance en la zona de la Brigada 2506, no logra contar con el apoyo aéreo efectivo por parte de los Estados Unidos.
Para el miércoles 19 de abril, las fuerzas invasoras quedaron rezagadas y cercadas por las fuerzas armadas cubanas que los llevó a la rendición.
Las tropas cubanas estaban integradas por combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, pero el grueso fueron milicianos voluntarios con escasa o ninguna experiencia combativa.
Estas fuerzas, dirigidas personalmente por el Fidel Castro Ruz, no dieron un minuto de tregua al enemigo y a las 17:30 horas del 19 de abril, la invasión estaba totalmente derrotada, aunque a un elevado costo para los combatientes revolucionarios y la población civil, ascendente a 176 muertos, 300 heridos y 50 discapacitados.
“La historia de la agresión de Playa Girón, no solo es un acontecimiento histórico importante y no solo se tradujo en una gran victoria de la Revolución Cubana y en una gran derrota del imperialismo, sino también, en ocasión de aquella invasión, se proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana”, recordó Fidel Castro en un discurso pronunciado el 19 de abril de 1991, en conmemoración del 30 aniversario de esa gesta revolucionaria.