El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, debe mantener un buen tono diplomático con el Gobierno cubano durante la visita que tiene prevista a realizar este 14 de agosto para encabezar la ceremonia en la que se izará la bandera estadounidense en la embajada que reabrió hace tres semanas en La Habana.
Respecto a lo de afinar su diplomacia con el Estado cubano para no decepcionar a la comunidad, es la opinión de una una serie de analistas consultados por la agencia de noticias EFE.
El diplomático hará una visita de ida y vuelta el mismo día para los actos protocolares de la reapertura de la embajada la cual está funcionando desde el pasado 20 de julio, pero las celebraciones fueron aplazadas hasta la llegada de Kerry.
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El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, le resaltó a EFE que "el acto del 14 de agosto no significa el fin de las diferencias que separan a los dos gobiernos, pero sí refleja la realidad de que la Guerra Fría acabó hace mucho y de que el diálogo es mejor que el distanciamiento".
Hasta los momentos el Departamento de Estado no ha proporcionado la agenda de Kerry en Cuba, pero los expertos consultados por la agencia dan por hecho que se reunirá con el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez.
El presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter, opinó: "si Kerry se reúne con algunos disidentes, es probable que lo haga en privado, y teniendo en mente la reacción en EE.UU. pero es consciente de que es un tema sensible y tendrá cuidado de no generar tensiones ni estropear el impulso logrado para una normalización completa de las relaciones".
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Contexto
El 17 de diciembre de 2014 los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y EE.UU., Barack Obama, anunciaron la decisión de restablecer sus relaciones diplomáticas. Desde entonces, Washington realizó acciones paulatinas para actuar en correspondencia con esa determinación.
El 16 de enero de este año, levantó ciertas restricciones comerciales y a los viajes de determinados grupos de estadounidenses a la isla, pero esas medidas dejaron intacto el bloqueo. En abril, cuando se realizó la VII Cumbre de las Américas, Cuba participó por primera vez desde que se creó este encuentro en 1994.
La presencia del país caribeño fue aplaudida por el mundo al ver el acercamiento que se propiciaba entre la nación y EE.UU. El 29 de mayo, EE.UU. eliminó oficialmente a Cuba de su lista de países que patrocinadores del terrorismo luego de ser incluida en 1982, bajo el argumento de que servía supuestamente de refugio a militantes de la organización vasca ETA y ofrecía apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El cierre de la cárcel en la base naval de Guantánamo ha sido una de las promesas electorales que continúa sin cumplir el presidente Barack Obama.