Jesús, María y José también fueron refugiados

¿Qué se siente verse obligado a abandonar el hogar bajo amenaza de muerte, pasar por países donde eres rechazado y terminar en un destino donde eres discriminado y te sientes desprotegido?

Jesucristo y sus padres lo vivieron. Ellos también fueron refugiados, tuvieron que abandonar su hogar en Nazaret para emprender un doloroso exilio en búsqueda de una vida digna. Ellos huían del peligro y fue así como llegaron a Egipto, donde no fueron bienvenidos.

María, estando embarazada, tuvo que soportar temperaturas muy bajas y la amenaza constante de ladrones, contrabandistas y secuestradores que estaban en el camino. Tras pasar estas difíciles circunstancias llegó a Belén junto a José, donde les dijeron que se dieran la vuelta porque no había lugar para ellos. La familia optó por quedarse en un establo, donde nació Jesús, tras lo cual continuaron la travesía hacia Egipto, donde re refugiaron por al menos dos años.

Más de tres mil años después, el objetivo de los refugiados es el mismo que tenían María y José: salvar a sus familias. 

La Sagrada Familia vivió la misma historia de miedo e incertidumbre que miles de refugiados experimentan en la actualidad. Su historia bien podría ser la de una familia siria que en estos momentos está atravesando mar y tierra para huir de la guerra en su país. Una travesía que quizás no logren sobrevivir, como sucedió con Aylan Kurdi, un niño sirio de 3 años que murió ahogado en una playa de Turquía tratando de llegar a Grecia.

María y José atravesaron 140 kilómetros de Nazareth a Egipto, los refugiados de la actualidad recorren 1.600 kilómetros por tierra y mar, pasan por países como Turquía y Grecia, para llegar a Austria y Alemania. En ninguna de estas naciones son bienvenidos, sufren discriminación y viven en campamentos en condiciones inhumanas.

Para finales de 2015, unas 65,3 millones de personas se encontraban desplazadas, de las cuales 21,3 millones eran refugiados, 40,8 millones desplazados internos y 3,2 millones solicitantes de asilo, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).