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Rousseff reiteró este domingo que no renunciará a su cargo en respuesta a un editorial del diario Folha de Sao Paulo.

Rousseff reiteró este domingo que no renunciará a su cargo en respuesta a un editorial del diario Folha de Sao Paulo. | Foto: EFE

Publicado 4 abril 2016



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La mandataria reiteró que no cometió acciones ilegales que justifiquen el juicio política en su contra para intentar sacarla del poder.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reiteró el domingo que no renunciará a su cargo, en respuesta a un editorial del diario Folha de Sao Paulo que pide su dimisión, en una semana decisiva para el futuro del proceso de juicio político que atenta contra su mandato.

"Al editorial de la Folha de Sao Paulo publicado este domingo, prevalece la respuesta de la presidenta: 'jamás renunciaré'", publicó el perfil oficial de Rousseff en la red social Facebook; junto a un video con extractos de varios discursos de la jefa de Estado, en los que asegura que no abandonará su puesto.

 

 
JAMAIS RENUNCIAREI

Setores da sociedade favoráveis à saída de Dilma, antes apoiadores do impeachment, agora pedem sua renúncia. Evitam, assim, o constrangimento de respaldar uma ação "indevida, ilegal e criminosa". Ao editorial da Folha de S.Paulo publicado neste domingo (3), fica a resposta da presidenta: "jamais renunciarei". Confira no vídeo!

Posted by Dilma Rousseff on domingo, 3 de abril de 2016

El video incluye varios discursos pronunciados por Rousseff en los que afirma que quienes piden su renuncia están "reconociendo que no hay una base real" para pedir su salida.

La edición dominical del diario incluyó en su portada un editorial titulado "Ni Dilma, ni Temer", en el que pedía la renuncia de la mandataria por haber "perdido las condiciones de gobernar el país", sobreviva o no al impeachment.

Ante la publicación, Rousseff subrayó: "Luché en condiciones difíciles y seguiré haciéndolo ahora en circunstancias más favorables".

El proceso de esta semana

Este lunes, el abogado general del Gobierno, Eduardo Cardozo, presentará los argumentos finales de la defensa de la Presidenta ante la comisión parlamentaria que evalúa el pedido de impeachment por supuesto maquillaje de las cuentas públicas.

El relator del procedimiento, Jovair Arantes, adelantó que la defensa del Ejecutivo sólo contará con 30 minutos para profundizar en sus alegatos.

"Voy a quemar etapas dentro del rito establecido por el Supremo Tribunal Federal", afirmó Arantes.

La comisión abrirá después cinco sesiones de debate antes de votar su parecer, no vinculante, alrededor del 11 de abril.

La responsabilidad pasará entonces al plenario de la Cámara de Diputados, que votará días después si envía o no el pedido de juicio político al Senado para que esa cámara pronuncie el fallo definitivo.

Para que el proceso continúe es necesario el apoyo de dos tercios de los diputados, 342 votos, de lo contrario será archivado.

Además, se espera que este jueves el Supremo Tribunal Federal (STF) se pronuncie sobre si autoriza el nombramiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como jefe de la Casa Civil.

En contexto
Multitudinarias marchas y concentraciones realizadas la última semana a lo largo de todo el país dejaron en claro la disposición de la ciudadanía a defender no solo la constitución, el estado de derecho y las conquistas sociales, sino también la libertad que -al decir de Luiz Inácio Lula da Silva- tanta lucha, sacrificios y vidas costó alcanzar. El exmandatario manifestó que Brasil está viviendo un momento histórico.
El Congreso y la derecha de Brasil pusieron en marcha un plan para difamar al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y desprestigiar los logros alcanzados en beneficio del pueblo, mediante intentos de enjuiciar a la jefa de Estado por el caso de corrupción en la estatal Petrobras.
Por ahora, el Congreso evalúa destituirla y en caso de que la acusación a Rousseff proceda, estiman separarla por 180 días de sus funciones mientras la investigan. El exmandatario y actual ministro de la Casa Civil, Luiz Inácio Lula da Silva, también es investigado por el caso.
El 4 de marzo fue detenido de manera arbitraria por unos 200 efectivos de la Policía Federal de Brasil que allanaron su casa.

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