El general israelí Amihai Harach, confesó que un batallón del ejército de su país atacó con proyectiles una clínica en la Franja de Gaza durante la agresión del verano 2014, con el objetivo de brindarle ánimos a sus soldados.
El ataque causó la muerte de al menos cinco personas, entre ellas cuatro civiles, quienes estaban recibiendo tratamiento, y otras 45 resultaron heridas.
Harach reveló estos hechos en una entrevista concedida a una radio local de Israel. En ella indicó que la clínica debía ser destruida, ya que varios miembros del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (Hamas) operaban en los alrededores del establecimiento.
Alegó que el ataque a la clínica fue un acto de venganza por la muerte del oficial del cuerpo blindado del ejército israelí, Dima Levitas. “Este tipo de respuestas no fueron inusuales durante la guerra de 51 días en Gaza”.
Por este caso, la policía militar israelí inició la semana pasada una investigación bajo la sospecha de una conducta criminal de las fuerzas de guerra al momento de bombardear la clínica.
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