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La Policía de Hungría detuvo este miércoles a tres mil 241 personas, entre ellas 700 niños, cuando intentaban cruzar la frontera de manera ilegal desde Serbia. Esta cifra representa un récord de entradas ilegales al país en un solo día.
Fuerzas de seguridad informaron que esta cifra aumentó luego de que siete mil refugiados pasaron desde Macedonia a Serbia y llegaron a la frontera húngara.
La mayoría de los migrantes son desplazados de países como Siria, Afganistán y Pakistán. Tratan de atravesar Hungría para solicitar asilo en algún país de la Unión Europea (UE).
Cifras oficiales indican que más de 130 mil refugiados han ingresado al país en lo que va de 2015, aunque la mayoría no se queda, y prefiere avanzar a otros países con mayor crecimiento como Alemania y Austria.
La policía local de Hungría disparó el miércoles gases lacrimógenos contra un centro de tramitación para migrantes en Roszke, localidad fronteriza con Serbia, para impedir la salida de unas 200 personas.
El hecho se registró luego de que presuntamente los inmigrantes se negaran a que les tomaran las huellas dactilares, según declaró el portavoz policial Szabolcs Szenti.
EN CONTEXTO
La creciente ola de migrantes, que huyen de los conflictos armados desarrollados en sus países, escogen como principal destino naciones de la Unión Europea.
El Gobierno húngaro presidido por János Áder, inició la construcción de un muro de 175 km. de largo y cuatro metros de alto a lo largo de la frontera con Serbia para detener el flujo de migrantes que llegan a este país.
El muro podría concluirse el próximo 31 de agosto y consta de una valla alargada “con que se detendría el flujo de migrantes” además ha decidido “proteger sus fronteras” con el envío de policía a caballo, perros y el ejército.
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