El 25 de abril de 1999 el Gobierno bolivariano que comenzaba su gestión, convocó al pueblo para ser partícipe de la elaboración de la Carta Magna, que se mantiene hasta la actualidad y que permitió que el pueblo fuese reivindicado.
“Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”, fueron las palabras del presidente venezolano al asumir su cargo como jefe de Estado el 2 de febrero de 1999.
Chávez cumplió su palabra y convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para el 25 de abril de 1999 logrando un éxito sin precedente en la historia del país.
La consulta a favor del SÍ fue respaldada por el 87,75 por ciento de los votos mientras que la opción del NO obtuvo solo el 7,26 por ciento.
El resultado confirmó la doble victoria electoral que ofreció al pueblo venezolano una transformación profunda en materia de inclusión y políticas sociales.
Los venezolanos pusieron fin a la llamada democracia representativa del pacto de Punto Fijo (entre los partidos Acción Democrática y Copei) y dio paso a la democracia participativa que dignificó a los sectores históricamente ignorados, nacía de esta forma el Poder Popular.
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