Hezbolá asegura que con la unión de los pueblos de la región podrán vencer el proyecto takfiri, que busca la destrucción de la resistencia en el mundo.
El secretario general del movimiento libanés Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá informó que el proyecto takfiri constituye un peligro para todos los habitantes de la región, musulmanes o no, que se resistan a sus creencias y convicciones, por lo que emplazó a unir fuerzas para vencerlos.
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Durante un discurso televisivo de conmemoración al aniversario número 15 de la Victoria de la Resistencia y la Liberación, que festeja el fin de la ocupación israelí en el Sur del Líbano -el 15 de mayo de 2000- Hassan Nasralá relacionó los conflictos de la época actual entre el grupo takfiri Estado Islámico (EI) y el movimiento Hezbolá, con los del año 1982 en la invasión israelí contra el Líbano.
Después de saludar a todos los líderes de la Resistencia y a todo el pueblo libanes que “ha demostrado paciencia y perseverancia durante largos años de guerra y ofensivas militares”, el secretario de Hezbolá explicó que “actualmente “vivimos las mismas peripecias del pasado, pero con nuevos nombres.”
Insistió en que durante 1982 hubo personas que no creyeron en el proyecto sionista ni en la manipulación de los medios, naciendo así la Resistencia y formas de confrontación contra los tropas de Israel, pese a que otros libaneses colaboraban a escondidas con el “enemigo, creyendo que así se salvarían de sus decapitaciones”.
Según Hassan después de 18 años de aquella ocupación, frente a más de 100 mil militares israelíes, apoyados por coaliciones internacionales, la Resistencia obligó a este enemigo a retirar sus tropas sin condiciones previas, en varias fases desde Beirut hasta la línea fronteriza.
La historia amenazante se repite con la amenaza de los takfiris
Para el secretario de Hezbolá, hoy las fuerzas que amenazan a Libano y a la región en general son las del proyecto takfiris, que “son tan degolladores y salvajes como las del ejército israelí”.
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Hassan Nasralá asegura que actualmente “los especímenes más importantes son el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, quienes intentan ocultar sus nexos con Al Qaida”., puesto que “los dos han cometido masacres, han saqueado regiones enteras y han destruido ciudades y pueblos; los dos han secuestrado a poblaciones y reducido a sus mujeres a la esclavitud”.
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Para Nasralá, el EI hoy no es un grupo pequeño en el mundo, porque “ha impuesto su lealtad a otros grupos en Siria, en Iraq, en el Sinaí, en Yemen, en Afganistán, en Libia, en el Norte de África, en Nigeria y se ha manifestado últimamente en Qatif, Arabia, y busca hacerlo en todo el mundo”. Respecto al Frente al Nusra, dice que es muy parecido, aunque busque ocultarse detrás de un nuevo nombre “Yaish al Fateh” (Ejército de la Conquista).
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Asimismo, explica que “en el pasado, los ejércitos venían para ocupar y con el propósito de tomar tierras, recursos acuíferos, zonas ricas, campos de petróleo y gas, sin el aparente deseo de exterminar a los pueblos de las regiones. Ahora, hacemos frente a un peligro sin igual en la historia de la humanidad y que constituye una amenaza existencial para los otros seres humanos”.
Nasralá colocó como ejemplo a Iraq, donde el EI ha cometido masacres en busca del exterminio de chiíes, sunníes, cristianos, y todo el que se niegue a cooperar con él, o contra aquellas personas que se nieguen a jurarle lealtad. E incluso entre el mismo EI y el Frente al Nusra se asesinan sin piedad en Qalamún, pese a que pertenecen a la misma escuela y la misma ideología, el wahabismo. Ellos se matan entre ellos y cuando toman prisioneros del otro grupo los degollan, dice Hassan Nasralá.
Dijo además que no hay esperanzas para aquellos que toman la opción de buscar la protección de EEUU, pues a su parecer, este país juega con los pueblos de la región para servir a sus propios intereses y vender sus armas. En Iraq, por ejemplo, pronto se conmemorará el primer aniversario de la invasión por parte del EI de Anbar, Mosul y otros territorios.
“El EI se desplaza con todo su arsenal y sus vehículos en grandes columnas entre Iraq y Siria y viceversa bajo la vista de EEUU. Los iraquíes no han apostado por la ayuda de EEUU y han logrado ellos mismos, gracias a la movilización popular y al apoyo de sus líderes religiosos, recuperar la provincia de Diyala, una gran parte de la provincia de Salahuddin e impedir la progresión del EI en la región.
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Se preguntó a sí mismo, “¿quién apoya al EI y al Frente al Nusra ideológica, mediática y financieramente? ¿Quién aplaude sus victorias y oculta sus derrotas? ¿Quién les da armas y les permite comprar petróleo?” Esto, refiriéndose de manera insinuante a los EE.UU.
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Hezbolá batallará hasta que sea necesario para defender Siria
“En lo que nos concierne, nuestro combate en Siria ha superado ya la fase de las amenazas contra el Mausoleo de Sayyida Zeinab, la de la defensa de las localidades libanesa, la batalla de Qusair y luego la de Qalamún”, expresó.
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Agregó que actualmente nuestros combatientes estarán al lado de nuestros hermanos sirios, del Ejército sirio y del pueblo sirio en Damasco, Hasaka, Idleb, Alepo, Deraa y todas las regiones. “El objetivo es el defendernos unidos todos en Siria, en el Líbano, en Iraq, en Yemen, contra el EI”.
“Estamos presentes en numerosas regiones sirias y estaremos en Siria, allí donde la batalla lo exija. Somos capaces de ello y aceptaremos el desafío al lado del Ejército sirio, de la Resistencia siria y del pueblo sirio con el fin de lograr la victoria nuevamente”.
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Puntualizó que siempre desde el sur de Libano tendrán sus ojos puestos en el enemigo israelí a lo largo de la frontera, sin que nada distraiga su atención ante el peligro.
“A las poblaciones del Sur, de la Bekaa, de Hasbayya, de Rashayya... les digo que esta Resistencia está en un momento culminante de su movilización y el enemigo sabe esto. Es por ello que teme a la Resistencia y prosigue su guerra psicológica que nos deja indiferentes. Nosotros estamos más despiertos que nunca y no dejamos ni un solo momento de vigilar al enemigo”.
Por último, insistió en que hay una guerra mediática financiada por EEUU y de otros países que intenta colocar a Hezbolá como un movimiento con quebraduras internas, a lo que respondió que “no hay en el mundo un partido cuyos miembros sean todos unánimes, como el nuestro lo es, en lo que respecta a adoptar una postura semejante en la batalla”.