Miles de estudiantes chilenos se congregaron este jueves para protestar contra el proyecto de educación superior que será enviado al Congreso sin incluir sus propuestas. Sin embargo, la creatividad y las exigencias de este sector chileno quedaron opacados por incidentes ocurridos durante la jornada convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Un grupo de encapuchados, desde el comienzo, lanzó piedras y botellas contra las fuerzas de seguridad chilenas, que respondieron con bombas lacrimógenas y carros lanzaaguas y lanzagases.
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Entre los hechos registrados destaca la destrucción de una escultura de un Cristo crucificado que fue sacado de la Iglesia de Gratitud Nacional.
Tras el incidente, las autoridades de Chile anunciaron una demanda contra los responsables.
"Se están revisando las cámaras de seguridad, se está haciendo un trabajo en relación con los posibles detenidos que estén vinculados a estos hechos. Se están viendo los rayados que hay en el frontis y la búsqueda de huellas que pueda haber en el lugar", informó el fiscal que llevará el caso.
El clima de la marcha estuvo marcado por la tensión desde su inicio, especialmente por la solicitud de las autoridades chilenas para suspender la protesta por las inundaciones que ocasionó la ruptura de una tubería matriz de agua.
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En contexto
La mandataria chilena Michelle Bachelet promulgó en septiembre pasado una reforma tributaria, mediante la que pretende recaudar ocho mil 300 millones de dólares anuales para financiar la reforma educativa y gastos sociales.
Los estudiantes afirman que la reforma no cumple con sus expectativas y tampoco con las promesas hechas por el Gobierno, porque "el proyecto no da gratuidad universal y no acaba con el lucro".