El Banco Central Europeo declinó aceptar los bonos de Grecia como garantía para la refinanciación de su deuda, lo que fue calificado por los griegos como “chantaje” y sirvió como detonante para una multitudinaria marcha en rechazo a dicha decisión.
Miles de ciudadanos griegos salieron a las calles este jueves en rechazo a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de no aceptar los bonos helenos como garantía en sus operaciones de refinanciación, a pesar de las gestiones del primer ministro Alexis Tsipras en su gira europea, quien busca darle un giro a las políticas económicas neoliberales de antiguos gobiernos.
Entre consignas contra “el chantaje” y cánticos, varios miles de griegos llenaron céntrica plaza de Syntagma en Atenas para apoyar al Gobierno, en un momento de fricción con sus socios europeos.
El BCE decidió no aceptar los bonos de Grecia como garantía en sus operaciones de refinanciación, lo que sirvió como detonante para que miles de personas hayan decidido mostrar su solidaridad con los nuevos gobernantes.
“No vamos a ceder al chantaje de nuevo”, “El tiempo de que Grecia se arrodille y tenga gobiernos sumisos ha terminado” o “Merkel tiembla como una ramita” fueron algunos de los lemas más escuchados entre los siete mil manifestantes convocados a través de los medios de comunicación y las redes sociales, según cifras de la policía local.
“Estamos aquí para expresar nuestra solidaridad con el Gobierno. Desde el 25 de enero es el pueblo el que toma las decisiones en Grecia”, expresó uno de los manifestantes.
En Contexto
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, fue recibido este martes en París por el presidente de Francia, François Hollande, con quien conversó sobre las posibles soluciones que se podrían implementar para combatir la crisis económica en Europa.
Tsipras afirmó que para lograr la estabilidad en el continente europeo, es necesario hacer un cambio de políticas económicas, “hay que dar un giro hacia el crecimiento”.
El líder de izquierda inició la ronda de ronda de negociaciones el pasado jueves y viernes en Atenas, Grecia, donde se reunió con el presidente de la Eurocámara Martin Schulz y el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Luego viajó a Bruselas, capital de Bélgica, donde se encontró con los líderes de la Comisión Europea (CE), del Congreso y del Parlamento Europeo.
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