El último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, consideró este sábado que el asesinato del líder opositor liberal, Borís Nemtsov, perpetrado el pasado viernes, no es más que un intento de desestabilizar la situación en Rusia.
"Es un intento de complicar la situación, quizás incluso de desestabilizar la situación en el país, de agravar la confrontación", expresó en declaraciones a la prensa.
Gorbachov indicó que aún es muy pronto para determinar quién o quiénes fueron los autores del crimen, por lo que hizo un llamamiento a no sacar conclusiones.
Del mismo modo, aseguró estar muy afectado por el hecho y destacó que “el crimen afecta a todos. Borís tenía, desde luego, sus peculiaridades, pero era una persona de verdad”.
Por su parte, la exdisidente soviética y defensora de los Derechos Humanos, Liudmila Alexéyeva, recordó a Nemtsov como un político valiente y brillante y señaló que el crimen ha sido una estrategia, “un asesinato político”.
De igual manera, el presidente de Rusia, Vladimir Putín, señaló que el homicidio reúne los cargos de un asesinato por encargo y con un carácter de provocación.
El mandatario también expresó su más sentido pésame a la familia y allegados de Borís Nemtsov.