El papa Francisco denunció este viernes la insensibilidad de Europa en torno a los refugiados provenientes de países árabes, especialmente de Siria.
El pontífice criticó la “conciencia anestesiada e indiferente” de las autoridades occidentales.
“Oh, la Cruz de Cristo, hoy te vemos en los mares Mediterráneo y Egeo que se han vuelto cementerios insaciables, que reflejan nuestra conciencia indiferente y anestesiada", citó AFP al papa de origen argentino.
En ese orden, dio un sermón sobre los problemas del tráfico de armas y del fundamentalismo religioso.
Francisco repudió a los "vendedores de armas que alimentan la hoguera de la guerra con la sangre inocente de nuestros hermanos y hermanas y alimentan a sus hijos con panes manchados con sangre".
En la homilía también deploró categóricamente a los sacerdotes pedófilos, al tiempo que los calificó de “infieles”.
El líder de la Iglesia católica celebró el Viernes Santo luego de participar en el rito de Vía Crucis en el Coliseo de Roma.
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El Jueves Santo, el papa Francisco lavó y besó los pies de desplazados musulmanes, ortodoxos, hindúes y católicos en las afueras de Roma.
Entre las 11 personas seleccionadas para el ritual se encontraban cuatro hombres católicos de Nigeria, tres musulmanes de Mali, Siria y Pakistán, además de tres mujeres cristianas cópticas de Eritrea y un hindú de India.