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La organización terrorista Abu Sayyaf que guarda lealtad al Daesh (autodenominado Estado Islámico), publicó el video del momento en el que fue decapitado un turista canadiense que fue secuestrado hace meses junto otras tres personas.
La víctima identificada como John Ridsdel, de 68 años de edad, fue capturado por los extremistas en la isla Samai del archipiélago filipino el 21 de septiembre de 2015.
En el video aparece también el canadiense Robert Hall, capturado junto a Ridsdel, pidiendo al Gobierno de su país "que cumpla las demandas de Abu Sayyaf".
El turista fue asesinado tras vencerse el plazo estipulado por la organización para el pago del rescate de 70 millones de euros (80 millones 39 mil 800 dólares), que exigían a cambio de dejarlo con vida.
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La víctima apareció en varias grabaciones realizadas por los extremistas, solicitando la colaboración de sus gobiernos y sus familiares para el pago de un rescate.
Ridsdel fue decapitado el pasado 25 de abril, pero el video empezó a circular esta semana toda vez que la organización decidiera hacerlo público.
El pasado lunes, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, expresó su condena al acto. "Ha sido un asesinato a sangre fría y la responsabilidad recae exclusivamente sobre el grupo terrorista que lo secuestró", indicó.
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En marzo de este año, el Gobierno de Filipinas declaró que sus fuerzas estaban haciendo "todo lo posible" por liberar a los cuatro secuestrados, aunque siempre se mantenían firmes con su política de no colaborar con los terroristas.
"Es imposible negociar o pagar el rescate porque implicaría ceder y propagar el terror, debido a que ese dinero financiaría más delitos", apuntó el subsecretario de la oficina de Planificación Estratégica y Desarrollo de las Comunicaciones de la presidencia, Manuel Quezón.
En contexto
Abu Sayyaf es un grupo extremista considerado como la rama filipina de Al Qaeda, que en los últimos meses se ha declarado seguidor del Daesh.
No es la primera vez que Abu Sayyaf, un pequeño pero brutal grupo conocido por sus secuestros, que realiza ataques con bombas, extorsiona y decapita personas, comete un acto criminal de este calibre.
La organización fue creada en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en el país.
