La policía israelí desalojó a cientos de colonos israelíes que permanecían en dos viviendas en el asentamiento ilegal israelí de Ofra, en el territorio palestino de Cisjordania mientras Israel, por su parte, anuncia la construcción de otras 6.000 colonias.
El Tribunal Supremo de Israel dio luz verde a la demolición de nueve edificios del asentamiento tras obtener pruebas de la ilegalidad de la construcción de las viviendas en territorio palestino privado.
La orden del Tribunal disgustó al sector más conservador israelí, el cual prometió expandir los asentamientos en la zona de Ofra, territorio privado palestino.
La comunidad internacional considera ilegales la mayoría de los asentamientos israelíes en Cisjordania. Cerca de 550.000 israelíes viven en los asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Este, áreas en las que residen más de 2,6 millones de palestinos.
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El Gobierno de Israel anunció el levantamiento de otras 6.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este. El presidente estadounidense Donald Trump y principal protector de Israel le sugirió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu que "frenara un poco" los asentamientos pero Netanyahu por su parte manifestó que espera llegar a un acuerdo con Trump al respecto.
El 6 de febrero de 2017 el Parlamento israelí aceptó una ley conocida de "regularización" que permite "legalizar" retroactivamente las colonias judías construidas sin permisos israelíes en tierras privadas palestinas en Cisjordania.