Occidente agota esfuerzos para justificar un conflicto con Rusia, al aterrorizar con la figura del presidente Vladimir Putin y su Gobierno en el mundo, dice el experto geopolítico Stephen Cohen.
De acuerdo con el profesor de la universidad de Princeton y Nueva York, citado por 'The Ashland Daily Tidings y RusiaToday, las acusaciones que Estados Unidos usa contra Putin recuerdan la arremetida del expresidente George W. Bush contra Sadam Husein en 2003 para invadir Irak.
Cohen asegura que Washington trata de hacer ver al mundo que Putin busca imponer el control en Europa y restaurar las antiguas repúblicas soviéticas, razón por la que según EE.UU. “decidió reincorporar a Crimea y armar a los independentistas en el este de Ucrania”.
Sin embargo, el profesor refuta los argumentos de Washington y subraya cinco hechos que contradicen su versión de Rusia.
En primer lugar sostiene que el Gobierno de Moscú no adhirió a Crimea, sino que aceptó su reicorporación tras el referendo democrático, debido a que la península había sido parte del país hasta que el líder soviético Nikita Jruschov la entregó arbitrariamente a Ucrania en 1954.
Por otro lado, las fuerzas de la Organización Tratado Atlántico Norte (OTAN) se expandieron por Europa del Este, en lugar de desintegrarse tras la desaparición del Pacto de Varsovia, lo cual generó preocupación en Rusia.
"Los planes de incorporar a Ucrania en la OTAN son una amenaza, igual que si México formara una alianza militar con Rusia", expresó el analista en geopolítica.
Además, EE.UU. apoyó el derrocamiento en febrero del 2014 del presidente democráticamente elegido, Viktor Yanukovich y consideró su salida como una revolución, “pero si no lo hubiera aprobado lo habría considerado un golpe de Estado”, resaltó Cohen.
La Casa Blanca hablaba de un gran apoyo al gobierno interino que se hizo con el poder en Kiev el año pasado, cuando en realidad no representaba a la población ruso-parlante que hace vida en la región este del país.
Solo 20 por ciento de la población en el este y sur de Ucrania apoyó el derrocamiento de Yanukovich, según una encuestadora alemana.
Respecto al conflicto armado en Ucrania, refirió que aunque EE.UU. defiende a las fuerzas ucranianas, se sabe que el Ejército de Kíev ha violado treguas y cometido numerosos crímenes contra los derechos humanos en Donetsk y Lugansk.