La embajada de Rusia en Siria fue blanco de nuevos ataques terroristas este miércoles, según informó el Departamento de Información y Prensa de la Cancillería rusa.
"El 28 de diciembre a las 13.00 y 13.19 hora de Moscú (10.00 y 10.19 GMT) la embajada de Rusia en Siria de nuevo fue atacada por los terroristas", señaló el ente.
El ataque se produjo con un proyectil de mortero "que, por una feliz coincidencia, no explotó" y cayó en el patio del complejo de edificios administrativos, mientras que otro aterrizó "en las inmediaciones".
Las autoridades rusas consideran este atentado una "provocación de extremistas que se oponen a la solución pacífica en Siria" y "una confirmación" de sus intenciones "de sembrar más terror y violencia" entre la población civil de la capital siria. Para la Cancillería, estos actos confirman "la urgente necesidad de eliminar esos focos terroristas lo antes posible".
El pasado 19 de diciembre fue asesinado el embajador de Rusia en Turquía, un hecho calificado por el Gobierno ruso como un ataque terrorista que busca entorpecer el proceso de paz en Siria.
Frente a los continuos ataques, Rusia ha reiterado su intención de continuar su lucha contra el extremismo en Siria.
En contexto
La embajada rusa en Damasco, instalada en el barrio de Mazraa, ha sufrido lanzamientos de mortero en numerosas ocasiones. En septiembre de 2015 la sede diplomática rusa en Siria, fue atacada por grupos antigubernamentales patrocinados por sectores extranjeros. El atentado terrorista que no causó víctimas mortales, fue provocado por un bombardeo de proyectiles.
En mayo de ese mismo año, se produjo otra agresión sin daños que lamentar, aunque un hombre fue asesinado cerca del edificio producto de un enfrentamiento con armas de fuego.
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