El papa Francisco instó este sábado a los sacerdotes a no cerrar las puertas de la iglesia Católica a los jóvenes que conviven sin casarse.
“Los párrocos son los primeros interlocutores de la Iglesia con las familias, las uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, los jóvenes que quieren casarse, felices e infelices. Por ello deben profundizar estos temas, para ser compañeros de viaje de toda persona y en cualquier situación con su testimonio y apoyo”, expresó el papa durante su alocución en el Vaticano, dirigido a los participantes en el curso de formación para párrocos, promovido por la Rota Romana, sobre el nuevo proceso matrimonial.
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En este sentido, Francisco apuntó que “también estas personas son amadas por el corazón de Cristo. Tengan hacia ellos una mirada de ternura y de compasión”, agregó.
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Durante su discurso en el Vaticano, hizo un llamado a los sacerdotes a estar “cerca de aquellos cónyuges que, a causa de serios problemas en su relación, tienen necesidad de reavivar la fe y volver a descubrir la gracia del Sacramento; y en ciertos casos piden indicaciones para iniciar un proceso de nulidad”.