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El pedido de impeachment contra la presidenta de Brasil pasa ahora a la Cámara de Diputados.

El pedido de impeachment contra la presidenta de Brasil pasa ahora a la Cámara de Diputados. | Foto: EFE

Publicado 17 abril 2016



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La presidenta de Brasil Dilma Rousseff reiteró este martes que en el país se viven momentos decisivos para la democracia y llamó al pueblo a mantenerse unido y no caer en provocaciones 

La comisión especial parlamentaria de la Cámara de Diputados de Brasil aprobó este lunes 11 de abril el juicio político contra la mandataria Dilma Rousseff con 38 votos a favor y 27 en rechazo. La discusión pasará ahora a la plenaria del Congreso, donde se tomará una decisión definitiva. 

El plan en contra de la Presidenta seguía antes de la votación. Incluso ese mismo día se filtró un audio en el que el vicepresidente de Brasil, Michell Temer, anunciaba la destitución de la mandataria al dar por contado que la Cámara de Diputados aprobaría el juicio político y lo elevaría al Senado. 

Por su parte, la Presidenta advirtió este martes que la nación vive momentos muy decisivos para la democracia, porque son tiempos de traición y golpes de Estado y manifestó que en los próximos días se conocerá quienes respetan o no la Constitución y a un Gobierno que fue electo democráticamente por 54 millones de ciudadanos.

"Si había alguna duda sobre el golpe ya no puede haber más. Se les caen las máscaras a los conspiradores y la democracia no merece esa farsa", dijo Rousseff.

El 4 de abril un informe parlamentario recomendó abrir el juicio de destitución contra la presidenta brasileña. El diputado Jovair Arantes, autor del informe, hizo la recomendación de "la admisibilidad jurídica y política de la acusación y por la consecuente autorización para la instauración, por el Senado Federal, del proceso por crimen de responsabilidad" de Rousseff.

La oposición pretende mostrar como "crimen de responsabilidad" el proceso de impeachment que en realidad se trata de un "golpe de Estado" tal como lo ha denunciado la presidenta Rousseff.

>> Brasil, golpe en gestación

Los legisladores tendrán un máximo de cinco sesiones para debatir y votar sobre la recomendación, que puede ser aprobada por mayoría simple (la mitad más uno de los presentes). Con el dictamen -que no es vinculante- ya publicado en el diario de la cámara al día siguiente de la votación, el presidente de la Cámara baja deberá esperar un mínimo de 48 horas antes de poder incluirlo en la orden del día y someterlo al plenario de 513 diputados. 

Pasos para abrir el impeachment o juicio político


1.- Para que el impeachment prospere debe contar con el apoyo de un mínimo de 342 de los 513 miembros de la cámara (dos tercios), cualquiera sea el número de legisladores presentes. El quorum exigido para abrir la sesión es, precisamente, de 342 miembros, el mínimo para conseguir una eventual aprobación.

De no sumar ese número de apoyos, el proceso se cierra.

Si estuvieran presentes los 513 diputados -sin ausencias ni abstenciones- teóricamente serían necesarios 171 votos (un tercio) para bloquear la iniciativa en caso de que el presidente de la Cámara no sufrague, como indica el reglamento, que solo contempla esa posibilidad en escrutinios secretos o en caso de empate, dos opciones no previstas en este proceso. 

2.- De superar la cámara baja, el proceso iría al Senado y, de aprobarse también en esa instancia, Rousseff sería separada de su cargo por un máximo de seis meses a la espera del veredicto final, que estará igualmente en manos de la cámara alta.

3.- En caso de que la comisión emita un parecer contrario al impeachment, el plenario necesitaría de todos modos ratificarlo, pero por mayoría simple de los diputados presentes en la sala, a condición de que haya quórum.

4.- Si los diputados aprueban la moción de impeachment, va al Senado, de 81 miembros. La cámara alta formaría una comisión de 21 miembros, que dará su opinión sobre la admisibilidad del proceso. Este trámite podría ser más rápido que en diputados y seguiría parámetros similares a ese cuerpo en cuanto a quórum y mayorías.

5.- Para que un dictamen de destitución sea aprobado en el plenario del Senado y el proceso instaurado, deberá ser apoyado por una mayoría simple, una vez conseguido un quórum de 42 senadores. De no lograr ese respaldo, el proceso se archiva.

¿Quién asumiría la presidencia?


De prosperar el juicio político, Dilma Rousseff sería reemplazada hasta el fin de su mandato en 2018 por su vicepresidente, Michel Temer, contra quien la corte suprema pidió también un proceso de impeachment. Temer pertenece al partido centrista PMDB, que la semana pasada rompió su alianza con el Partido de los Trabajadores (PT).

No obstante, el pedido de juicio político contra la presidenta brasileña podría verse demorado si el Supremo Tribunal Federal ordena al Congreso acoger uno de los pedidos de juicio político contra el vicepresidente.

El abogado Mariel Márley Marra, quien presentó la apertura de juicio contra Temer, se basa en fundamentos similares a los que sustentan el pedido de apertura de juicio político contra Rousseff, que sí fue acogido por el presidente de Diputados, Eduardo Cunha.

El vicepresidente puede ser objeto de juicio político porque firmó decretos que autorizaban los pagos retrasados a los bancos públicos

Analistas consideran que Temer ha intentado sacar partido de la actuación política y económica del país, debido a que si se aceptan las denuncias contra Rousseff, esta sería separada del cargo durante un lapso de 180 días, por lo que la conducción de la nación quedaría en manos del vicepresidente. 

En el supuesto caso que el Tribunal Supremo Electoral anule el mandato de Rousseff y al mismo tiempo el de Temer, asumiría el poder el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien debe llamar a elecciones dentro de 90 días para elegir un nuevo jefe del Estado. 

>> ¿Cunha asumiría presidencia de Brasil si anulan mandato de Rousseff y Temer?

Este sería el segundo juicio de destitución en Brasil desde el fin del régimen militar (1964-85). El primero le costó el cargo al presidente liberal Fernando Collor en 1992.

El cantante y compositor Chico Buarque y el teólogo Leonardo Boff, junto a otras figuras del mundo de la cultura, convocaron a un acto el lunes próximo en Rio de Janeiro para denunciar el "golpe blanco" que a su juicio representaría la destitución de la presidenta.


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