Ecuador está en capacidad de acoger los diálogos entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pese a la tragedia que ocasionó el terremoto de 7,8 grados que sacudió la nación este 16 de abril, que dejó 587 muertos y varias zonas devastadas.
Así lo aseguró el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, quien confirmó que su homólogo de Colombia visitará la zona del desastre el próximo domingo y será él quien decidirá si hará cambio de sede.
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"En principio no hay cambios en las decisiones, pero si el presidente Santos decide cambiar de sede nosotros estamos para servir a Colombia", apuntó Correa durante una rueda de prensa en la ciudad de Bahía de Caráquez (noroeste).
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Destacó que el presidente Santos deberá hacer “lo que crea más conveniente para la paz” y añadió que su nación no quiere “figuretear, ser protagonista de nada”, sino “servir a la paz”.
Al respecto, el mandatario colombiano afirmó en una entrevista que si la situación tras el terremoto “les dificulta (a los ecuatorianos) en algo que se lleven a cabo las negociaciones allá, pues no tendría ningún problema en cambiar de sitio, pero eso sí habría que discutirlo con el presidente (Rafael) Correa”.
En contexto
Luego de dos años de negociación exploratoria el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia iniciaron el 30 de mayo desde Caracas, Venezuela, el primer acercamiento formal para consolidar una agenda de paz.
Ecuador fue sede de seis diálogos exploratorios organizados por la Secretaría Nacional de Inteligencia.
Las partes ya tendrían una agenda de negociación conformada por seis puntos: 1) Participación de la sociedad, 2) Democracia para la paz, 3) Víctimas, 4) Transformaciones para la paz, 5) Seguridad para la paz y dejación de las armas y 6) Garantías para el ejercicio de la acción política.
Se espera que las negociaciones entre las partes inicien en dos meses.
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