Otto Pérez Molina asumió el máximo cargo del Ejecutivo de Guatemala en enero de 2012 y, pese a que se abanderó como un candidato que buscaba la transformación social y la mejora de vida para los más necesitados, tras la acusación por corrupción y su posterior renuncia, el balance de su gestión presenta un saldo poco favorecedor que evidencia muchas tareas pendientes.
El programa de Gobierno del presidente Otto Pérez Molina se basó en tres ejes fundamentales, las mismas son analizadas aquí:
1.- “Pacto hambre cero”. Planteaba la lucha contra la desnutrición crónica por medio de la creación del Ministerio de Desarrollo Social, encargado de coordinar la política de asistencia y protección social del Gobierno.
Guatemala sólo contaba con el programa “Mi Familia Progresa”, encargada de otorgar beneficios monetarios a los beneficiados. De igual modo, los “Comedores Solidarios”que ofrecían alimentos a bajo costo.
2.- “Pacto por la seguridad, la justicia y la paz”. Su principal misión era la lucha contra la delincuencia organizada y mejorar el acceso a la justicia.
Al cumplirse tres años del Gobierno de Pérez Molina, el Grupo de Apoyo Mutuo contabilizó 17 mil 890 personas que perdieron la vida de manera violenta desde que inició la gestión. La cifra se traduce en el incumplimiento de la promesa respecto a la seguridad.
3.- “Pacto para el cambio fiscal”. Buscaba mejorar la recaudación tributaria, la transparencia fiscal y la promoción de la competitividad. Consta de cinco partes: transparencia y calidad del gasto público; combate al contrabando y la evasión tributaria, crecimiento económico; actualización tributaria, y asignación prioritaria de recursos.
El pasado agosto, la ex vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, fue capturada en un centro de salud donde permanece internada. El Juzgado de Mayor Riesgo B emitió una orden de aprehensión en su contra por estar involucrada en varios casos de corrupción, entre ellos, “La Línea”.
Asimismo, aumentaron los problemas en fideicomisos públicos, falta de control en el subsidio al transporte público, entre otros.
En cuanto al crecimiento económico no hubo grandes avances ni mejoras relevantes. Las denominadas “leyes de empleo” se enfocaron en privilegios fiscales injustificados y la creación de institucionalidad pública al servicio de los empresarios.
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