La Fiscalía General de Colombia mantiene una investigación sobre el asesinato de 400 indígenas y reclamantes de tierras, tarea que inició en 2006.
El organismo busca esclarecer las causas de muerte de los 378 miembros de la comunidad aborigen y sus autores materiales e intelectuales.
Además, se llevan a cabo las averiguaciones sobre el homicidio de 49 campesinos que participaban en campañas de reclamo sobre tierras que consideraban suyas. Tres de estas muertes se registraron en 2015.
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Según la organización no gubernamental Forjando Futuros, la mayoría de esos episodios ocurrieron en regiones como Urabá (Antioquia), El Catatumbo (Norte de Santander), y la zona conocida como Magdalena Medio, destaca Prensa Latina.
Los miembros de la organización han asegurado que el desplazamiento forzado ha sido provocado por bandas criminales o promovido por grupos con fines económicos.
Entre los responsables de esos desplazamientos señalan a las empresas cañeras, lo que ha generado las protestas indígenas en reclamo de su derecho a tierras ancestrales en Colombia.
De la Indignación, #VamosPuebloCarajo hacia la movilización. Preparamos paro campesino 2016, unidos en reexistencia. pic.twitter.com/JOqjXv1AAL
— Cumbre Agraria (@CumbreAgrariaOf)
septiembre 7, 2015
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