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Al menos 65,9 millones de personas fueron víctimas del desplazamiento forzado el año pasado, 300.000 más que en 2015, reveló el informe Tendencias globales de desplazamiento forzado 2016 publicado este lunes por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
#iNFOGRAFÍA: Mapa del desplazamiento forzoso en el mundo en 2016, cifra récord #ConLosRefugiados pic.twitter.com/1KtadsrBQx
— ACNUR España (@ACNURspain) 19 de junio de 2017
Dos terceras partes son desplazados internos en su propio país (40,3 millones); 22,5 millones refugiados en terceras naciones; y 2,8 millones solicitantes de asilo.
>> Récord de 65,6 millones de personas desplazadas en el mundo
El problema de los refugiados no ocurre exclusivamente en Europa, África o Siria, sino que abarca el contexto global, refiere el balance de la Acnur.
Cifras sobre refugiados
A finales de 2016, al menos 2,8 millones de ciudadanos solicitaron asilo para escapar de las violencia, hambre, desastres naturales y otras condiciones que pusieran en peligro su vida.
De acuerdo al informe, el 84 por ciento de los refugiados provienen de países de bajos o medianos ingresos. Uno de cada tres (4,9 millones) fueron acogidos por países menos desarrollados. Este dato muestra la necesidad de que las naciones y comunidades que apoyan a los refugiados y otras personas desplazadas reciban más recursos, fondos monetarios y lo básico para resolver las necesidades de los refugiados.
Siria encabeza la lista de refugiados
El informe refiere que “Siria sigue teniendo el mayor número de personas desplazadas, con 12 millones (casi dos tercios de su población), cifra que incluye a desplazados internos y a personas que han huido a otros países, tanto refugiados como solicitantes de asilo”.
La Acnur resaltó que la población refugiada ha aumentado alrededor del 65 por ciento en los últimos cinco años a consecuencia del retorno de refugiados a sus países de origen y a los conflictos nuevos o que continúan.
El conflicto en Siria lideró las cifras de nuevos refugiados reconocidos en 2016, con 824.400, Sudán del Sur fue la segunda nación 737.400, seguido de Burundi 121.700 , Iraq 81.900, Eritrea 69.600, Afganistán 69.500 y Nigeria 64.700.
Países de acogida
Turquía fue el país que acogió el mayor número de refugiados, unos 2,9 millones al concluir 2016, en comparación con los 2,5 millones de diciembre de 2015.
La mayoría de los las personas en condición de refugiados en la nación turca provienen de Siria con 2,8 millones, que representaban más del 98 por ciento de toda la población refugiada en el territorio turco.
A finales de 2015, Pakistán albergó a 1,6 millones de refugiados y hasta diciembre de 2016, esta cifra había disminuido a 1,4 millones, debido a 380.000 salidas.
Países de origen
Los refugiados procedentes de los diez primeros países de origen eran 13,5 millones: el 79 por ciento de la población refugiada mundial, bajo el mandato de Acnur, y una proporción mayor en comparación con 2015.
El principal país de origen de refugiados en 2016 fue Siria, con 5,5 millones de refugiados al final de año, seguido por Afganistán con 2,5 millones.
Soluciones para reconstruir la vida de los refugiados
Además de proporcionar protección internacional, una parte central de la labor y del mandato de Acnur es encontrar soluciones duraderas que permitan que las personas desplazadas reconstruyan su vida en condiciones de dignidad y paz. Tradicionalmente las soluciones duraderas son la repatriación voluntaria, el reasentamiento en un tercer país y la integración local.
Desde 2009, los retornados representan menos del 5 por ciento de la población refugiada total, porcentaje muy inferior al del número de nuevas llegadas de cada año, debido a la ausencia de condiciones propicias al regreso a los países de origen.
Otra solución duradera es la integración local de los refugiados, proceso complejo y gradual por el que el refugiado encuentra un hogar permanente en el país de asilo y se integra en la comunidad local. Exige el esfuerzo de todas las partes implicadas, desde la persona que se integra hasta la sociedad receptora.
Muchos Estados han demostrado su voluntad de fomentar y ampliar las vías para obtener soluciones, sin embargo aún resulta insuficiente. Las oportunidades educativas como los visados de estudio, las becas, y los programas de aprendizaje también pueden servir de vías complementarias para obtener soluciones legales y ayudar a los refugiados a alcanzar una solución duradera en el futuro.
“Todas las noches, cuando me acuesto, sueño con volver a Siria”
Fátima reside en Imán, el refugio en que se hacinan entre 30 y 40 familias provenientes de Siria. Fátima y su familia fueron los primeros en llegar a este complejo de viviendas abandonadas, un “campo de refugiados vertical”, que se localiza a las afueras de la localidad libanesa de Abra, cerca de Sidón. Al principio, sus únicos vecinos eran los lobos y los perros salvajes que merodeaban la zona.
“Todo fue muy difícil. De la noche a la mañana tuvimos que malvender todas nuestras pertenencias para escapar del peligro. Nos vimos aquí, solos y desprotegidos, intentando hacernos a un lugar desconocido en un país extraño”, relata Fátima que, a sus 63 años, se ha visto convertida en el sostén de parte de su familia. Junto a ella descansa un bebé, su última nieta: una niña a la que han llamado Hiba.
“A mí lo que me mantiene viva es la esperanza. Eso es realmente lo que nos alimenta: la esperanza. Todas las noches, desde hace cinco, cuando me acuesto, sueño con volver a Siria”, revela Fátima.
