Boletines
Opacidad
Opacidad
Señal en Vivo
Solo Audio
Un exguardia de la cárcel ilegal que Estados Unidos mantiene en base naval de Guantánamo en Cuba, afirmó que los tres reclusos encontrados muertos la noche del 9 de junio de 2006, no murieron ahorcados como alegó el Pentágono, al contrario fueron asesinados por agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Joseph Hickman explicó este jueves en una entrevista que en esa prisión no es posible registrar tres suicidios por ahorcamiento en simultáneo, debido a la constante vigilancia de los guardias. “Revisan a los detenidos cada cuatro minutos”, indicó.
Hickman asegura que los guardias habían inspeccionado las celdas de los reclusos Salah Ahmand al-Salami, Mani Shaman al-Utaybi y Yaser Talal al-Zahrani (dos saudíes y uno yemení), horas antes de su muerte y no encontraron objetos con que se pudieran ahorcar a las víctimas.
Sin embargo, días después de la muerte de los tres prisioneros, el Comando Sur afirmó en un comunicado que los reclusos murieron por suicidio.
“Dos saudís y un yemení, localizados en el Campo 1, fueron hallados en sus celdas por los guardias inconscientes y sin respirar (...) los tres hombres recibieron asistencia médica inmediata una vez que se descubrió que habían atentado contra sus propias vidas, pero todos perecieron”, detalló el comunicado expuesto a la prensa en junio de 2006.
El testimonio del exguardia de Guantánamo es otro ejemplo de una clara violación a los derechos humanos establecidos. Estos tres reos habían sido detenidos sin ser acusados y sin juicio legal, como ocurre con la mayoría de los prisioneros en la base.
En ese año, las víctimas hacían huelgas de hambre contra las torturas y los malos tratos aplicados en el centro de retención ilegal por agentes de la CIA.
Hickman dice que las normas no permitían interrogar a los reclusos en huelga de hambre, pero algunas veces se ponía en riesgo la vida de muchos huelguistas y los interrogaban y torturaban.
“Las huelgas de hambre pudo ser la razón para asesinar a los tres reos”, acotó Hickman
La prisión ilegal fue establecida en 2002 por orden del expresidente estadounidense George W. Bush, en una base militar instalada en territorio cubano de la bahía de Guantánamo desde 1898, una zona ocupada por EE.UU. durante la guerra, sin autorización.
