Este jueves el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) perpetró dos atentados con bomba en la península del Sinaí, al sur de Egipto. El hecho le cobró la vida a al menos siete personas, entre ellos cinco eran soldados egipcios, un oficial militar y un civil. Otras 15 personas resultaron heridas.
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El modus operandi de los terroristas consistió en la colocación de dispositivos explosivos en dos carreteras en las ciudades de Sheikh Zuweid y Rafah, las cuales detonaron al paso de transportes blindados de personal. De acuerdo a lo notificado por las autoridades de seguridad y las fuentes médicas, los incidentes se trataron de hechos separados.
Luego del caos, el también denominado Daesh tomó el crédito por los ataques en varios sitios web.
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En Contexto
Este país lucha en contra de la insurgencia, la cual ha ido avanzando después de que fuera derrocado el presidente Mohamed Mursi de la Hermandad Musulmana: el movimiento islamista más antiguo de Egipto. Estos sucesos ocurrieron a mediados de 2013 luego de que se realizaran protestas masivas en contra del Gobierno de Mursi.
Esta insurgencia, apoyada por el Estado Islámico egipcio, en la provincia de Sinaí, Egipto es responsable de la muerte de cientos de soldados y policías, y ya comienza a atacar objetivos occidentales en el país.
Entre tanto, el presidente Abdel Fattah al-Sisi, el ex jefe militar que dirigió la destitución de Mursi, califica a la militancia islamista como una amenaza existencial para Egipto y un aliado de los Estados Unidos.
Daesh controla grandes partes de Irak y Siria y tiene presencia en Libia, justo en la frontera con Egipto.