Un atentado suicida cobró la vida de más de 30 personas e hirió 35 en la ciudad yemení de Eb contra una celebración del movimiento chií de los hutíes, informaron servicios médicos a la agencia EFE.
El hecho ocurrió en un centro cultural de Eb (sur de Saná, capital) cuando un terrorista detonó los explosivos que llevaba en su cinturón en el momento en el que los hutíes conmemoraban el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
Altos cargos del grupo chií, el gobernador de Eb, Yehia al Iriani, que estaban presentes en el acto salieron ilesos de la explosión.
El terrorista se acercó al centro cultural vestido como repartidor de agua, y evadió las medidas de seguridad impuestas por los hutíes para conmemorar el nacimiento de Mahoma. Hasta ahora ningún grupo ha reivindicado el ataque.
Los chiíes de los hutíes y el Gobierno de Yemen han tenido diferencias por el control de territorios y la inestabilidad del Ejecutivo. En septiembre pasado, el movimiento firmó con el Estado un acuerdo de paz, auspiciado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que pondrá fin al conflicto armado que azotó Saná ese mes.
Se basó en "los resultados de la conferencia del diálogo nacional" que, al terminar sus trabajos en enero pasado, optó el principio de un Estado federal para Yemen.
Uno de los puntos del acuerdo es la formación de un nuevo gobierno. Los hutíes y el movimiento Herak del sur debían presentar su candidato al primer ministro, dada la renuncia de Muhammad Salim Basindawa como mandatario. Se prevé la formación de un nuevo Gobierno en un plazo de un mes.
De este modo, retomarían los subsidios al combustible, exigencia de los hutíes que llegaron a la capital en agosto antes de derivar el pasado jueves en violentos enfrentamientos entre el Ejército y el grupo, que hasta entonces se centraban en el noroeste del país.