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La ley de Ficha Limpia aprobada por el Senado brasileño en 2013 impide a personas condenadas por la justicia ocupar cargos públicos.

La ley de Ficha Limpia aprobada por el Senado brasileño en 2013 impide a personas condenadas por la justicia ocupar cargos públicos. | Foto: Reuters

Publicado 13 julio 2017



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Si el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, de 71 años, es sentenciado en una segunda instancia no tendrá oportunidad de presentarse como candidato para las elecciones presidenciales previstas para el 7 de octubre de 2018. 

El juez que lidera la investigación Lava Jato en Brasil, Sérgio Moro, condenó a nueve años de prisión e inhabilitó por 19 años al expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva. 

El expresidente podrá recurrir en libertad hasta que haya una sentencia firme en segunda instancia, ante esto el líder pidió a su formación el PT que le proclame "postulante a candidato" hasta que su futuro sea definido.

El exmandatario confesó que esperaba una sentencia de este tipo porque "fue sometido a un juicio político" y aseguró: "A mis 71 años estoy dispuesto a luchar con la misma fuerza que cuando tenía 30". 

Lula da Silva. Fuente: Reuters

El experto brasileño Beto Almeida explicó que tras la condena, la defensa jurídica de Lula presentará una apelación a la segunda instancia, mientras tanto el expresidente permanecerá en libertad, sin embargo, si es condenado en segunda instancia deberá cumplir la sentencia.

El corresponsal de teleSUR en Sao Paulo, Nacho Lemus, aseguró que ante esta primera condena, Lula puede ser pre-candidato, sin embargo, cuando su candidatura oficial sea lanzada esta puede ser rechazada si el Tribunal Regional confirma la sentencia condenatoria. "Depende de los plazos, por ahora, la candidatura no está prohibida pero hay que esperar el fallo en la segunda instancia", precisó Lemus. 

Si Lula, de 71 años, es sentenciado en una segunda instancia no tendrá oportunidad de presentarse como candidato para las elecciones presidenciales previstas para el 7 de octubre de 2018. Esto se debe, según explicó Lemus, a la ley de Ficha Limpia aprobada en julio de 2013 y que prohibe a las personas sentenciadas por la justicia ocupar cargos públicos, esta medida fue aprobada para "combatir la corrupción".

Fuente: Reuters

La sentencia definitiva contra el expresidente brasileño se conocerá antes de las elecciones de 2018, anunció este jueves el presidente del Tribunal Regional Federal de la 4° Región, Carlos Eduardo Thompson Flores.

"Imagino que el proceso estará juzgado antes de agosto del año que viene o el tribunal confirma esa decisión y Lula permanece inhabilitado o reforma la decisión y estará autorizado a presentarse a las elecciones", indicó Flores. 

Los procesos del Tribunal Regional tienen una importancia crucial para la campaña del próximo año, ya que la candidatura de Lula puede ser eliminada de la lista si la condena del juez Moro es ratificada en una instancia superior. 

El tribunal que preside Thompson será el encargado de juzgar el proceso contra Lula en segunda instancia y deberá ratificar o no la sentencia del juez Sérgio Moro.

>> Almeida: Absurdo jurídico para impedir que Lula gane presidencia de Brasil

Trayectoria política de Lula: aciertos y tropiezos

El expresidente brasileño lidera todas las encuestas de opinión que lo ubican como "el candidato con el mayor número de votos potenciales entre nueve candidatos", fue el principal promotor del programa Hambre Cero, una política que contribuyó a sacar de la miseria a decenas de millones de personas en Brasil, fue también impulsor de ámbitos de protagonismo para las potencias emergentes, como el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y un intenso defensor de la integración latinoamericana. 

Lula intentó aproximar posiciones entre Estados Unidos e Irán para evitar que el desarrollo nuclear iraní acabara dando pie a una guerra.

Ganó su primera presidencia en octubre de 2002 con más de 52 millones de votos, el mayor caudal de la historia del país, cifra que superaría él mismo en los comicios de 2006, cuando recibió más de 58 millones de sufragios.

El expresidente proviene de una familia campesina muy pobre del noreste brasileño, emigró siendo un niño a la industrial ciudad de Sao Paulo, donde trabajaría como obrero metalúrgico.

Comenzó a trabajar a los 14 años y debió dejar la escuela, pero pudo terminar un curso de tornero mecánico. Perdió su dedo meñique cuando trabajó en una fábrica. 

Participó en las luchas sindicales a fines de los años 60 mientras Brasil vivía una dictadura militar y para inicios de los 70 era un líder sindical respetado. Condujo una prolongada huelga contra la dictadura a inicios de los años 80 y fue entonces cuando comenzó con diversos dirigentes e intelectuales de izquierda la creación del Partido de los Trabajadores (PT). 

El prestigio político de Lula comenzó a mancharse durante su primer mandato cuando estalló el escándalo del Mensalao (mensualidades), un esquema de pagos mensuales a políticos de todos los partidos para asegurar la aprobación de leyes en el Congreso.

Aunque Lula no fue imputado, la mayoría de sus principales colaboradores sí lo fueron, esto demostró que el PT no era inmune a la corrupción de la política brasileña.

Sin embargo, cuando comenzaron las investigaciones conocidas como Operación Lava Jato (lavaderos de autos), Lula terminó siendo imputado en varias causas relacionadas con el esquema de corrupción de grandes obras de infraestructura energética de la empresa semiestatal Petrobras.

Las denuncias fueron ampliamente difundidas por la prensa y el PT perdió en 2016 la presidencia que ostentó por 13 años, al ser destituida la presidenta Dilma Rousseff. Sin embargo, el líder del PT sigue siendo el político más popular de Brasil. 


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