Con la intención de frenar el flujo de refugiados, algunos países europeos instalaron vallas en sus fronteras sin medir el daño que estos obstáculos podrían afectar a los animales salvajes que habitan en la Europa sudoriental.
Ante esta situación, el director de la organización ecologista regional Alpe Adria Green, con sede en Jesenica (Eslovenia), Vojko Bernard, explicó que con estos obstáculos las grandes fieras como el oso, el lobo y el lince se enfrentan a estos nuevos desafíos los cuales amenazan con causarles serios daños e incluso su extinción.
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Los biólogos señalan que las grandes fieras necesitan amplios territorios y que su preservación en Europa depende de la posibilidad de que se puedan mover sin obstáculos.
“Los animales se enredan en las vallas, lo que conduce a su mutilación y muerte con terribles sufrimientos”, apuntó Bernard.
Agregó que el mayor peligro para estos mamíferos es que si la valla persiste y divide el hábitat de las grandes fieras, el daño para su perpetuación genética será visible dentro de una década e irreparable a largo plazo.
Destacó que en el caso del lince, ya al borde de la extinción, eso será una catástrofe.
Bernard indicó que desde tiempos inmemoriales las osas hembras junto con sus cachorros cruzan en primavera el río fronterizo Kolpa (esloveno) o Kupa (croata) el cual delinea la frontera natural entre estas dos naciones. “Imagino el drama que ocurrirá con esas familias cuando uno de ellos se enrede en el alambre”.
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