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Luis Almagro y Roberta Jacobson

Luis Almagro y Roberta Jacobson | Foto: AFP - Reuters

Publicado 21 junio 2016



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En otros casos donde no existen presos políticos ni las violaciones graves a los derechos humanos, Washington y Almagro no hacen esperar ni sus críticas infundadas ni sus intentos injerencistas.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha guardado silencio absoluto con respecto a la violenta y letal represión que ejerció la policía federal de México en contra de maestros y simpatizantes en el estado de Oaxaca, mientras que la nueva embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, se quedó corta en sus comentarios con respecto a lo sucedido tomando en cuenta que Washington amenaza con acciones en contra de países que considera que violan los derechos humanos.

Es posible que Almagro haya optado por no comentar sobre las flagrantes violaciones a los derechos humanos en México porque se encuentra actualmente atribulado por su fallido intento de excederse en sus funciones al promover ilegalmente una especie de intervención en Venezuela, posiblemente presionado por tanto Estados Unidos como la oposición derechista del país suramericano.

Tomando en cuenta su intento de presionar a Venezuela bajo falsas premisas de presos políticos y violaciones de derechos humanos en un país donde no existen, Almagro y Jacobson se han contradicho enormemente ya que en México la policía mató causó la directa e indirectamente la muerte al menos 12 personas al reprimir este domingo una protesta de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tras la cual han arrestado a por lo menos 24 personas y desaparecido a 22.

Dos representantes del CNTE, incluyendo Eligio Hernández González, dijeron a teleSUR en exclusiva, que el gobierno mexicano mantiene como presos políticos a por lo menos 86 miembros de la coordinadora, pero ni la embajadora ni el secretario general de la OEA condenaron este hecho.

Jacobson se limitó a lamentar los hechos y dijo que su gobierno solo “monitorea” el conflicto entre las fuerzas federales y simpatizantes de la CNTE.

“Sobre el tema de Oaxaca y la violencia, lamentamos cuando hay una pérdida de vida de una manera como esa”, dijo Jacobson, quien este lunes entregó sus cartas credenciales al presidente Enrique Peña Nieto.

En lugar de condenar los hechos y presionar a la OEA de Almagro a invocar la Carta Democrática, lo cual en este caso si podría justificarse, la diplomática sólo dijo que “son asuntos muy difíciles para los mexicanos de resolver, esperemos que se pueda (resolver) de una manera pacífica, sin cualquier tipo de pérdida de vida más, así que seguro que lo estamos monitoreando y mirando la situación allá”.

Tampoco pareció conmover ni a Almagro ni a Jacobson, ni para el caso a Washington el hecho que el secretario del Interior de México, Miguel Ángel Osorio Chong, dijera públicamente que la policía no sólo no cometió ningún atropello, pese a que abrió fuego indiscriminadamente sobre miles de personas desarmadas, sino que aseguró que actuaron “con apego al protocolo de seguridad” que existen en el país para contener manifestaciones.

Jacobson prefirió hablar del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, diciendo que “Estados Unidos está muy interesado en que sea procesado por autoridades estadounidenses.


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