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El realizador bogotano Alejandro Naranjo advierte en su documental La selva inflada sobre el incremento de suicidios de jóvenes en la población del Vaupés, en pleno corazón de la Amazonía colombiana, por falta de oportunidades.
En la cinta, Naranjo narra la cruda realidad que viven los jóvenes de la región, ubicada en la parte suroriental de Colombia, por la desasistencia del Estado en materia de educación, salud, alimentación y suministro de agua potable.
La falta de ofertas laborales y los cupos para ingresar a una universidad también afectan el nivel de superación de los jóvenes. “Los indígenas que deciden estudiar reciben una educación totalmente incompatible con la realidad que viven”, denuncia Naranjo.
En la cinta participan José Eugenio, Leonel, Gilberto, Édison y Alcy, todos oriundos de la Amazonía colombiana, que no conocen más allá de las fronteras de la región donde viven.
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Explicó que por más indígenas que sean, esos “pelados” buscan lo que cualquier joven a su edad necesita “emprender un proyecto de vida, ennoviarse, disfrutar de la vida… Cosas propias de esa edad”, apunta Naranjo.
Para la elaboración de la cinta el cineasta bogotano se percató que desde el 2008 al cierre de 2015 se registraron 151 casos de suicido en el Vaupés derivados a la desmotivación y a la falta de conocimientos esenciales que exige el mundo contemporáneo.
La población del Vaupés estuvo aislada por el conflicto armado por muchos años y gracias a la toma de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) en 1998, el Estado comienza a hacer presencia y consigue llegar a la modernidad, que influye de manera directa en el choque cultural de las nuevas generaciones
