Unas 35 personas han muerto y otras 65 están heridas tras una explosión al norte de Bagdad, capital de Iraq, informó el canal de televisión Al Arabiya.
El ataque se produjo cerca del santuario chií de Sayyid Muhammad bin Ali al-Hadi, en la ciudad de Balad.
Primero explotó un coche bomba y luego mercenarios atacaron a los peregrinos que estaban en la localidad para el festival Eid al-Fitr, que marca el final del mes de ayuno musulmán del Ramadán, según informes.
Medios locales reportaron que las fuerzas de seguridad iraquíes eliminaron a los atacantes y la situación está bajo control
Ningún grupo terrorista ha reivindicado el ataque.
El pasado sábado 2 de julio un coche bomba sacudió el mercado en el barrio de Karrada, mientras que otra explosión se produjo en la calle Souk al Shalal del barrio Shaab, al norte de Bagdad. Las explosiones fueron realizadas con dispositivos de fabricación casera. La cifra de muertos es de 290 hasta ahora.
El ataque fue reivindicado por el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Tras el ataque terrorista, el ministro iraquí del Interior, Mohammed Al Ghabban, presentó su renuncia. "He presentado mi dimisión al primer ministro", anunció en rueda de prensa.
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