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En la negociación del Gobierno de Mauricio Macri con los fondos buitre lo más grave es la pérdida de la soberanía de Argentina, afirmó la escritora y periodista de ese país Stella Calloni.
Calloni agregó que el pacto con el fondo NML Capital, Aureluis y otros acreedores, para pagarles la cantidad 4 mil 653 millones de dólares es gravísimo porque se está pidiendo un crédito de 12 mil millones de dólares para poder hacer frente a esta deuda, que además está sobrepagada.
Mencionó la pelea que dio la expresidenta Cristina Fernández para defender al país frente a los acreedores y que, incluso, llevó el caso a las Naciones Unidas y puso en cuestionamiento el proceder de los fondos.
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En este sentido, destacó la importancia de la Ley Cerrojo y la Ley de Pagos Soberanos y consideró que es increíble que un fondo buitre exija al Congreso que derogue esas leyes.
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La periodista señaló que este escenario pone a Argentina en una situación difícil porque no se sabe qué hay detrás de lo pactado, por eso señaló que el Congreso debe debatir el acuerdo y solicitar que se hagan visibles todos los detalles de la negociación.
Con esta medida no se estaría asegurando la entrada de inversiones porque "nos están endeudando de por vida. Es disparar la deuda a un punto que no sabemos cuánto será".
Calloni recordó que ya se pidió el control del Fondo Monetario Internacional (FMI) lo que significa que ya han entregado muchos elementos de todo aquello que había sido cuidado como hecho soberano por el país.
Calificó como muy grave este pedido que hace Macri de derogar la Ley Cerrojo, así como el intento de justificar los despidos masivos y el hecho de "que justifique toda esta política que nos está llevando a un callejón sin salida".
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Asimismo, señaló que el disparo de la inflación del que Macri intenta responsabilizar a los gobiernos anteriores es un resultado de la devaluación que él mismo impulsó.
En contexto
Entre 2011 y 2012, los fondos buitre conformados por diferentes acreedores extranjeros reclamaron el pago de la deuda de mil 300 millones de dólares, es decir, el 100 por ciento de la misma adquirida por Argentina, además de la cancelación de intereses, hecho que avaló el juez de Nueva York Thomas Griesa.
Argentina nunca se negó a cancelar la deuda sino que apeló la decisión del Tribunal estadounidense para lograr la reestructuración de los pagos.
En 2014, bajo el mandato de Cristina Fernández se revirtió la decisión de Griesa y se congeló el pago de 700 millones de dólares adicionales a la deuda, aunque se mantiene el litigio entre los acreedores y el país suramericano.
Tras la llegada de Mauricio Macri a la presidencia en diciembre de 2015 se dio a conocer la renegociación con los fondos buitre, pero este admitió que las reuniones con los acreedores buscaban el default en Argentina y que no iban "tan bien" como se esperaba.
