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Este sábado se realizará el acto de toma de posesión del presidente reelecto de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien asume su segundo proceso consecutivo al frente del país.
Sin embargo, Hernández deberá asumir en un clima de inestabilidad social y controversia tras los pasados comicios presidenciales, que estuvieron marcados por las irregularidades durante el proceso de escrutinio.
Para el día de toma de posesión, se esperan movilizaciones masivas lideradas por el excandidato presidencial Salvador Nasralla, quien denuncia que hubo fraude en los comicios, tras la proclamación de la victoria de Hernández por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Las protestas han sido reiteradas durante el mes de enero, y se prevé que se extenderán en los próximos días, aumentando los problemas en el panorama que le espera al mandatario reelecto.
El país permanece movilizado por los seguidores de Nasralla, quien denunció fraude durante los comicios presidenciales del pasado noviembre.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció en horas de la madrugada el primer escrutinio, en las que dio ventaja del 57 por ciento a Nasralla. Sin embargo, el sistema se cae y se dejaron de transmitir cinco mil actas electorales. Posteriormente al restablecimiento del sistema, Hernández consiguió ventaja, que finalmente sería lo que le daría la victoria.
Ante la irregularidad en el proceso electoral, observadores internacionales y dirigentes la oposición hondureña denunciaron manipulación y fraude en las elecciones presidenciales, por lo que mantienen sus convocatorias de protestas.
Uno de cada cinco hondureños vive en pobreza extrema o con menos de 1,90 dólares al día. Mientras que un 66 por ciento aún vivía en pobreza a fines de 2016, de acuerdo a cifras del Banco Mundial.
Pese a que ciertos indicadores resaltan el crecimiento en algunas áreas, Honduras sigue teniendo los niveles más altos de desigualdad económica en América Latina.
En cuanto al ámbito laboral, en 2016 Honduras presentó la tasa más alta de desempleo en la región, con 7,4 por ciento. Asimismo, hay reducción de productividad en sectores como la agricultura, la industria y la construcción, principales generadores de empleo. Los niveles de inversión pública en cuanto a infraestructura también se ubican en el mínimo.
El aumento en los índices de criminalidad y violencia impactan negativamente al país centroamericano. La tasa de homicidios es una de las más elevadas a escala mundial, según indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reveló que el año pasado ocurrieron 59 asesinatos por cada cien mil habitantes.
Periodistas, activistas del medio ambiente, campesinos y de la comunidad LGTB son los más vulnerables. En marzo de 2016, la ambientalista Berta Cáceres fue asesinada y hasta la fecha su caso sigue en impunidad.
En agosto pasado, la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) de México publicó el Índice Global de Impunidad (IGI) 2017 y ubicó a Honduras entre los 13 países con mayores casos de impunidad.
Durante el primer semestre de este año al menos 187 mujeres fueron asesinadas de forma violenta, según datos del Observatorio de la Violencia de la UNAH.
En menos de un mes han sido asesinados cuatro activistas en #Honduras, previo a celebrarse las elecciones generales #NoMásMuertes https://t.co/cGtGUnFZdX pic.twitter.com/6UTkVkbWST
— teleSUR TV (@teleSURtv) 23 de noviembre de 2017
Juan Orlando Hernández busca la reelección en medio de acusaciones de corrupción en su contra. La oposición también lo acusó de violentar la Constitución tras modificarla en su intento de buscar otro mandato.
En junio de 2015, admitió que empresarios vinculados a un desfalco multimillonario al sistema de seguridad social de Honduras financiaron su campaña política con fondos de ese dinero.
>> Asesinan a cuatro activistas políticos en Honduras en menos de un mes
