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Los Diálogos de paz colombianos que se desarrollan en La Habana, Cuba entran en receso este viernes ante la solicitud de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo (FARC-EP) al presidente Juan Manuel Santos, a que intervenga para que la tregua unilateral continúe.
Se posterga el debate correspondiente al tema de las víctimas del conflicto armado en el contexto del ciclo 34, que inició hace dos días.
Delegados de las FARC-EP pidieron a Santos que no permita el cumplimiento del cese el fuego indefinido decretado por los insurgentes en diciembre, debido a que los constantes ataques contra la guerrilla por parte del Ejército.
El jefe de la insurgencia, Iván Márquez, exigió al mandatario colombiano detener las agresiones militares de las Fuerzas dle Estado a fin de evitar un posible rompimiento de la tregua, que ha permitido el avance del proceso de paz iniciado en 2012.
”Queremos pedirle al presidente Santos que haga algo por salvar la tregua unilateral e indefinida que ha declarado las FARC-EP al país, que pare ya estas operaciones contra las fuerzas guerrilleras”, afirmó Márquez.
El jefe de la delegación insurgente alertó el jueves del peligro que corre la tregua unilateral y afirmó que las FARC-EP ve "con mucha preocupación cómo progresivamente estas actuaciones de ataques a las estructuras guerrilleras han venido desvaneciendo la determinación de las FARC-EP de mantener un cese unilateral al fuego de manera indefinida".
Los ataques del Ejército colombiano violan los Convenios de Ginebra en su más amplio sentido, precisó Márquez, tras acotar que "obstruir la tregua es privar a la población civil de un derecho adquirido por los no combatientes".
En Contexto
La semana pasada, Santos decidió suspender por un mes los bombardeos a los campamentos de las FARC-EP a fin de contribuir con el cese de hostilidades. Sin embargo, la insurgencia ha reiterado la denuncia sobre ataques al proceso de paz por parte del Estado colombiano.
El miércoles, las partes iniciaron ciclo 34 de los Diálogos de Paz, con el reto de lograr el cuarto acuerdo sobre derechos de las víctimas, tras haber acordado el desminado en ciertas zonas del país.
Tras el inicio de este ciclo, las FARC-EP cuestionaron la Comisión Asesora para la Paz, una iniciativa del presidente Santos, de la que fueron excluidos.
