Obra del arquitecto francés Auguste Montferrand, el interior de la catedral de San Isaac es conocida como una de las más suntuosa y grandiosa de las iglesias de San Petersburgo (Rusia).
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Pinturas, esculturas y mosaicos adornan toda la catedral. A la izquierda se observa el mosaico del 'Nacimiento de la Virgen'.
Foto:Sputnik Nóvosti
Esta es una maqueta de la catedral de San Isaac y forma parte de las piezas que se exhiben en el museo.
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La imagen que aparece al fondo es una réplica del siglo XVIII de "Nuestra Señora de Tijvin".
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Según los cánones de la iglesia ortodoxa, encima de las puertas reales debe haber una pintura de la última cena.
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Más 400 kilogramos de oro, 16 toneladas de malaquita, 500 kilogramos de lapislázuli y 1.000 toneladas de bronce se usaron para la decoración interior.
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Columnas de malaquita y lapislázuli decoran el iconostasio principal de la catedral.
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Más de 350 obras se exhiben en el interior de la catedral.
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Un centenar de murales y 52 pinturas sobre tela se crearon para la catedral de San Isaac por los mayores representantes de la escuela académica rusa de la época, entre ellos Fiódor Bruni, Karl y Fiódor Briulov, Timoféi Neff.
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