El nuevo sistema impuesto por la troika lleva a un aumento de las cotizaciones del Seguro Social, incremento del precio de combustible y una sistemática subida de los impuestos para los agricultores.
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Cientos de personas se congregaron para participar en una masiva manifestación en Atenas en contra de la reforma de las pensiones, impuesta por la troika.
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Los manifestantes sostiene un cartel en el que se lee "Nuestra paciencia se ha acabado" ("Our patience has expired").
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Un grupo de agricultores vacía bidones de leche como protesta en contra de la reforma de las pensiones planeada por el gobierno en Corinto.
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Es la primera huelga general de este 2016 en Grecia.
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Es la tercera huelga que enfrenta el gobierno de Alexis Tsipras, elegido hace un año con la promesa de poner fin a los recortes sociales exigidos por la UE, el BCE y el FMI para mantener a flote a Grecia.
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El pasado 5 de enero, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentó el programa de pensiones que aplicará recortes entre 35 a 40 por ciento, para quienes la cobren a partir de ahora, aunque no a los que ya gozan del beneficio.
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Los pequeño comerciantes, los taxistas y el transporte se sumaron a la huelga y paralizaron la actividad en la mayoría de ciudades de Grecia.
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Los hospitales se limitaron a atender las situaciones de emergencia, las gasolineras estaban cerradas y no se veían taxis, que suelen abundar en Atenas.
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De acuerdo a datos del ministerio de Trabajo de Grecia, el pago de pensiones representa un 17.5 por ciento del PBI frente a un promedio de 11.5 por ciento en Europa.
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