La reciente Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, realizada en Brasil el pasado viernes, fue importante por diversas cuestiones. En primer lugar, por la firma de un nuevo protocolo de adhesión para que Bolivia ingresara al bloque como miembro pleno; una vez que los parlamentos de Brasil y Paraguay ratifiquen esa medida, ya votada en Argentina, Uruguay y Venezuela.

El ingreso de Bolivia es decisivo por algunas características: su importante capacidad energética, especialmente luego de la nacionalización de hidrocarburos efectuada por el gobierno de Evo Morales; su sostenido crecimiento económico, por encima del promedio de América Latina y el Caribe, a raíz de la misma decisión; y su anclaje geográfico en el área andina de la región, donde la Alianza del Pacífico -bloque compuesto por México, Colombia, Perú y Chile; todos países con TLC con EE UU- ganó posiciones a lo largo de los últimos años.

Así, el Mercosur sumará seis miembros plenos, quedando fortalecido en el escenario regional. Además, Bolivia le imprime mayor densidad política a un bloque que, si bien nació en la época neoliberal -en 1991, en Asunción-, fue mutando a través de la aparición de otros gobiernos en Brasil, Argentina, Venezuela y Uruguay -hasta el momento únicos miembros plenos-. En ese cambio tienen lugar dos acontecimientos cruciales: el No al ALCA de Mar del Plata 2005, por un lado, y la unidad entre tres líderes como Lula, Kirchner y Chávez, por otro. Por ello, en su discurso, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue clara sobre este tema, al decir que "se hace mucho hincapié en lo económico, pero los conflictos en el mundo siguen siendo políticos", tras repasar el escenario regional e internacional durante sus palabras, de las más elogiadas de la reunión.

El segundo punto a destacar de la reciente Cumbre de Brasilia tuvo que ver con la realización -por décimo año consecutivo- de la Cumbre Social del Mercosur, donde organizaciones sociales y políticas del continente definieron diversos ejes de trabajo, que luego le presentaron a los presidentes en la plenaria general. Allí, la Argentina impulsó el reclamo por Malvinas, para que en cumplimiento de la resolución 2065 de la ONU el Reino Unido se siente a dialogar, y logró el apoyo frente a los fondos buitre. Además, los dirigentes allí presentes saludaron la realización de elección directa de los representantes del Parlasur que nuestro país llevará adelante, en sintonía con las próximas elecciones presidenciales. El reclamo de salida al mar para Bolivia, y de respeto a los procesos democráticamente electos del continente frente a escenarios de desestabilización -con los casos de Venezuela, Brasil y Ecuador como primordiales en el debate- fueron otros ejes trabajados por las organizaciones allí presentes.

En definitiva, si algo significó la reunión de Brasilia, en líneas generales, fue un claro repotenciamiento de un bloque que cambió contundentemente desde su fundación para acá. El desafío, ahora, consistirá en acoplar su funcionamiento al de los también influyentes Unasur y CELAC, y lograr que el Mercosur tenga una inserción internacional creciente con los nuevos polos de poder emergentes a escala global, como por ejemplo el bloque BRICS, con China y Rusia a la cabeza.

Como se ve, el Mercosur tiene pasado pero, sobre todo, mucho futuro.

Fuente: Tiempo Argentino 

http://tiempo.infonews.com/nota/158097/tras-una-nueva-cumbre-un-mercosur-repotenciado

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